Ya no son estimaciones ni intenciones de voto. Chile habló claro y optó por poner fin a una Constitución redactada en dictadura y avanzar hacia una nueva Carta Fundamental. En una jornada que estuvo marcada por la alta afluencia de electores en los centro de votación, el «Apruebo» se impuso con fuerza en el plebiscito, cerrando cualquier espacio para las dudas.
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Un contundente 78,27%, con el 99,85% de las mesas escrutadas, sepultó al 21,73% de votos por el «Rechazo». Y con una tendencia que se mantuvo pareja durante la jornada, desde que comenzaron a cerrar las mesas en el extranjero y una vez que el Servel fue notificando respecto de los resultados en territorio nacional.
Con cada reporte aumentaba la efervescencia en las calles, y ya desde las 20.30 horas, a sólo minutos de que habían cerrado las mesas, los bocinazos comenzaron a repletar las calles, las aglomeraciones se trasladaron a las plazas y la celebración de la ciudadanía se desató. Una jornada histórica que mantuvo a todos expectantes, atentos a lo que los resultados a pie de urna iban indicando.
Y ciertamente La Moneda no quedó exenta. El Presidente Sebastián Piñera siguió minuto a minuto el proceso, y poco después de las 21 horas alzó la voz: “Los chilenos eligieron una Convención Constituyente, por primera vez con plena igualdad, para acordar una Nueva Constitución para Chile”. Para él, triunfó la ciudadanía, y “todos los chilenos que amamos la democracia, la unidad y la paz”.
Recordando que hasta ahora la Constitución “nos ha dividido”, Piñera llamó a trabajar en conjunto para que la nueva sea un espacio “de unidad, de estabilidad y de futuro”, libre de violencia.
