El uso de los dispositivos digitales estaría afectando gravemente el desarrollo neuronal de niños y jóvenes, a tal punto que su coeficiente intelectual es menor al de sus padres.
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Así de tajante es la tesis que plantea Michel Desmurget en su último libro «La fábrica de cretinos digitales«. Según el experto, son varios los factores que afectan a la baja del coeficiente intelectural, aunque aún no es posible determinar cuál afecta más que otro.
Uno de ellos es la exposición desde temprana edad a los dispositivos digitales, que según Desmuget estaría disminuyendo «la calidad y cantidad de interacciones intrafamiliares, que son fundamentales para el desarrollo del lenguaje y el desarrollo emocional; disminución del tiempo dedicado a otras actividades más enriquecedoras (tareas, música, arte, lectura, etc.)».
Además, según indicó el científico a la BBC, también provocaría una «interrupción del sueño, que se acorta cuantitativamente y se degrada cualitativamente; sobreestimulación de la atención, lo que provoca trastornos de concentración, aprendizaje e impulsividad; subestimulación intelectual, que impide que el cerebro despliegue todo su potencial; y un estilo de vida sedentario excesivo que, además del desarrollo corporal, influye en la maduración cerebral».
«Se ha observado que el tiempo que se pasa ante una pantalla por motivos recreativos retrasa la maduración anatómica y funcional del cerebro dentro de diversas redes cognitivas relacionadas con el lenguaje y la atención. Y cuando se pone una pantalla en manos de un niño o de un adolescente, casi siempre prevalecen los usos recreativos más empobrecedores», cerró.