La presidenta del Senado, Adriana Muñoz, afirmó que «si la centroizquierda no escucha lo que sucedió el 25 de octubre, quiere decir que queda a la cola de la historia», analizando las perspectivas políticas del país luego del Plebiscito como consecuencia del estallido social.
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La senadora anunció hace una semana la creación de una mesa de Verdad, Justicia y Reparación sobre las violaciones a los derechos humanos en el último período tras el estallido social y advirtió que lo sucedido en materia de derechos humanos «ha golpeado el sustento ético del sistema democrático» y que, por lo mismo, «no es aceptable el silencio del Estado chileno».
Desde el Gobierno, en cambio, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, sostuvo en los últimos días que la legislación penal establece sanciones para esas personas, y que indultarlas, sería dar la señal de que son perdonables o deberían no ser sancionadas, y validar la violencia.
En una entrevista con El Mostrador, la senadora criticó que el Gobierno de Sebastian Piñera permanentemente trate de poner y mezclar el derecho a la manifestación social con el vandalismo, junto con intentar «trasladar» a la oposición la responsabilidad de los hechos de violencia que ocurren durante las protestas públicas.
Según planteó la presidenta de la Cámara Alta, el resultado del Plebiscito dejó mandatos claros a la oposición: terminar con la «soberbia», el «egocentrismo», las estrategias de «camino propio» y la «cocina interna de los partidos».
De acuerdo al planteamiento de Adriana Muñoz, esa «cocina interna» para tomar decisiones es la que «debería cerrarse y dejarla fuera» de la lógica de las colectividades.
Asimismo, la parlamentaria insistió en la importancia de que se logre una lista única para la elección de la Convención Constitucional y, manteniendo su tono crítico respecto a la situación política general de este momento, sostuvo que la piedra de tope para lograr aquello está en «la mala manera de hacer política».