Esfuerzo Pyme

“Los emprendimientos femeninos están centrados en el rol que la sociedad le asigna a la mujer”

María Ignacia Barros, de LaresHub, realiza descarnado análisis de las oportunidades de las mujeres en los negocios.

En tiempos de crisis las mujeres son las que más emprenden, y es lo que está sucediendo ahora. Al hacer doble clic a esta situación surgen dos realidades: ellas tuvieron más pérdida de empleo durante la pandemia y ante esta situación, sus esfuerzos productivos en su mayoría están enfocados en la economía de “sobrevivencia”.

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“Esta es una realidad que se hizo visible durante la pandemia, pero que viene desde mucho antes”, comenta María Ignacia Barros Tejeda a Esfuerzo Pyme y Publimetro. Para la Directora Ejecutiva de la Consultora en Perspectiva de Género LaresHub, el emprendimiento femenino en Chile se caracteriza por la informalidad y “se centra en aquellas industrias que son las menos productivas, las menos rentables y además basadas en la supervivencia, es decir, en el día a día y no en el desarrollo de negocios asociados a las industrias más productivas, que es lo que permite una mayor proyección empresarial, que es lo que sí ocurre con los emprendimientos masculinos”.

¿A qué te refieres con los conceptos de “emprendimiento de supervivencia” y “no de proyección empresarial”?

Mujer trabajo

En su mayoría los emprendimientos femeninos están centrados en el rol que la sociedad le asigna a la mujer. Por eso abundan pastelerías, panaderías, accesorios, florerías, tiendas de ropa, etc. Negocios a los que no debemos restarles importancia y valorar mucho el esfuerzo que hay detrás, sin embargo no hay que perder la perspectiva de que estos emprendimientos femeninos están estereotipados según los roles que las mujeres hemos tenido en la historia de nuestro país, donde somos cuidadoras y estamos signadas al espacio de lo privado. Si te tratas de salir de esa dimensión, cuesta mucho y en la mayor parte de las ocasiones, simplemente no creen en ti.

¿Cómo eso de “no te creen”?

Por ejemplo, las mujeres recibimos menos créditos que los hombres y cuando lo hacemos es con tasas más altas y la evaluación del proyecto que presentamos, es mucho más acucioso. Esto es uno de los reflejos de una perspectiva muy masculina de hacer negocio. Recoge una discriminación de género que está en muchas otras dimensiones y aristas de la sociedad. Por ejemplo, la mujer incorporada en el mercado laboral aun se enfrenta a importantes brechas salariales y de oportunidades para capacitarse y perfeccionarse.

Opciones de perfeccionamiento hay varias y existen empresas que generan las condiciones para que sus empleados estudien.

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Están las opciones, sí, pero generalmente las capacitaciones y perfeccionamientos son después del horario laboral, que es cuando la mujer tradicionalmente debe abordar sus otros roles, tales como cuidado de niños, niñas y adolescentes, cuidado de adultos mayores y labores domésticas, entre muchas otras. Así se encuentra entre la disyuntiva del costo familiar y su perfeccionamiento. Todas estas dificultades asociadas a la escasa existencia de políticas de corresponsabilidad por ejemplo, se van interponiendo en el avance laboral de las mujeres y perpetuán las brechas de género.

Temas recurrentes, pasa el tiempo y como que estamos igual…

Son microsmachismos, estereotipos y sesgos de género que aún se mantienen arraigados en la sociedad. Lo hay que hacer, en lo que tiene que ver con el emprendimiento, es incorporar perspectiva de género en los negocios y que haya igualdad, porque solamente el resultado de esta sinergia donde ambas partes aportan lo suyo es lo mejor que le puede pasar a un negocio.

Incluso María Ignacia es tajante en afirmar que “si a la reactivación económica no se le pone una perspectiva de género, no será una reactivación real, no será sostenible, sustentable, equitativa, será nada… más de lo mismo. Solamente números y cuando sólo te preocupas de los números, no sabes a quien le llegan y qué beneficios trajeron”.

Para la Directora Ejecutiva Consultora en Perspectiva de Género LaresHub, esta situación de crisis económica que se vive es una oportunidad para lograr un cambio real. “El tema de los créditos es un pelo más de la sopa en esta cultura que es bien machista y patriarcal”, continúa. “Y no estamos pidiendo nada extraordinario, sólo igualdad y ahora lo que más se necesita son todas las manos”.

Mujer trabajo

¿Por qué es tan difícil lograrlo?

Resabios de una cultura machista y patriarcal. Hay que hacer un cambio desde la educación. Agregar perspectiva de género desde los primeros años de enseñanza. Nuestros niños y niñas deben aprender jugando que hombres y mujeres somos iguales y que tenemos los mismos deberes y derechos. Así se comienza a desarrollar un cambio cultural profundo.

Pero paralelamente, hay que incentivar a las mujeres que cuando salgan del colegio, por ejemplo, que elijan carreras científicas, matemáticas, relacionadas con las nuevas tecnologías, porque así vamos a poder mejorar la empleabilidad de mujeres en aquellas profesiones y vamos a disminuir las brechas existentes.

¿Cómo definirías el emprendimiento femenino en este instante?

Precario. Hoy estamos en una situación mucho más precaria que en septiembre del año pasado, retrocedimos mucho. La pandemia hizo retroceder muchísimo al país en general y a las mujeres en particular.

Fuimos las que más perdimos el trabajo, las que más nos acogimos a los beneficios y seguros. Las mujeres quedamos invisibilizadas en lo que tiene que ver con el ámbito laboral y económico. Hay que avanzar urgentemente, pero esta vez con perspectiva de género.

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