Rodrigo Delgado llegó a empaparse de todos los asuntos que tendrá que enfrentar como jefe de gabinete y como el cuarto ministro del Interior de “Piñera II”. En su primer día, fiel a su estilo, se le vio relajado. Llegó sin corbata, camisa desabrochada en el cuello, tal como él mismo lo adelantó luego de jurar en el cargo.
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Pero otra cosa fue puertas adentro. Entró “de cabeza” a trabajar y lo primero fue reunirse con los subsecretarios de la cartera, pues como habitualmente lo hacen los nuevos secretarios de Estado, deben evaluar el equipo con el que trabajarán. Y desde ya Delgado deslizó que podría haber cambios, como comentó en una entrevista con Duna.
Ese fue uno de los puntos importantes, pero sin dudas el tema que acaparó gran parte de su agenda fue la reforma a Carabineros. Durante la jornada se comunicó con diversos expertos para interiorizarse de los cambios que requiere la institución, y en horas de la tarde, recibió al general director Mario Rozas, en una reunión “protocolar” en la que también estuvo el director nacional de la PDI, Héctor Espinosa.
Tras la cita, si bien reconoció que “el respaldo a ambas instituciones está por parte de este ministro”, el gesto a Rozas fue tibio. Descartó referirse a su continuidad, recalcando que hoy lo que se requiere es avanzar en los “desafíos pendientes”.
Enfatizó en que se deben “fijar los protocolos necesarios para que cualquier operativo, cualquier instancia de coordinación con la ciudadanía, sea siempre transparente, para que la comunidad sienta a las policías al cuidado de toda la gente”.
Dudas sobre Delgado
Dado que en el sector oficialista hay cierto “temor” por la poca experiencia del exalcalde en temas propios del Ejecutivo, uno de sus compañeros de funciones y de partido, será el encargado de “apañarlo”.
El vocero Jaime Bellolio fue el elegido y el primero en salir a responder a los reproches ante el nombramiento de exedil. De forma categórica desechó las críticas que emanaron desde la oposición, catalogando de “picados” a quienes no les gustó el anuncio del Presidente Piñera.
“El alcalde, que ejerció durante 12 años, tenía una alta aprobación y probablemente los parlamentarios que critican no la tienen”, dijo.
