Pese a que se puede creer que en estos tiempos la «civilización moderma» copó el planeta, ello no es tan así. Es que todavía quedan áreas del orbe en las existen tribus que pese a tener contacto con lo externo permanecen en gran parte fieles a sus costumbres ancestrales. Y es esos lugares los que les mostramos, donde se vive en libertad, sin celulares, apuros ni electricidad.
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LOS HULI WIGMEN
En Papúa Nueva Guinea, región suroeste del Océano Pacífico, hay varias tribus autóctonas, como la de los Huli Wigmen, que habita la zona desde tiempos inmemoriales y tiene como característica el uso de llamativos sombreros hechos a partir de su propio pelo y de pinturas en el cuerpo. También usan un hacha fabricada con garras y un delantal especial para intimidar a los contrarios. Sus habitantes se han adaptado al turismo e incluso adoptado algunas costumbres occidentales.
LOS ESQUELETOS BAILARINES DE SIMBU
También son de Papúa Nueva Guinea, y se pintan representando a esqueletos para asustar a las tribus rivales con las quwe se disputan el territorio y los recursos. Viven en los valles a una altura de entre 1.600 metros y 2.400 metros. Su baile ya es un atractivo turístico y cada vez más personas acuden a su poblado para conocerlos en vivo y en directo.
LOS HOMBRES DE BARRO ASARO
Otra tribu de la lejana Papúa Nueva Guinea son los hombres de barro Asaro, quienes se cubren de lodo para aterrorizar al resto de tribus rivales. Con este aspecto blanquecino dicen que parecen espíritus y que eso hace huir a cualquiera que se cruce con ellos en medio de la selva. Llevan miles de año en la zona y fueron descubiertos por el hombre occidental hace solo 75 años.
LOS DOGÓN
En África aún subsisten tribus salvajes que no se han occidentalizado por completo y por ello conservan sus costumbres, pese al ingreso del colonialismo hace siglos. En Mali están los Dogón, que se caracterizan por vivir encima de los árboles baobab. Se mueven entre ellos usando lianas y cuerdas de su corteza, para recolectar el guano de los animales de la zona que usan como fertilizantes y para hacer esculturas que venden.
LOS HIMBA
Siguiendo en África, pero en Namibia, se encuentran los Himba, una tribu seminómada que vive en chozas hechas de barro y estiércol. Siempre llevan un fuego encendido en honor a su dios Mukuru. Miden la riqueza a través del el ganado que poseen y suelen comer carne de cabra cuando hay buenos tiempos.
LOS BAYAKA
En las selvas tropicales de la República Centroafricana viven los Bayaka, quienes dedican su vida al espíritu del bosque llamado Jengi. Son muy conocedores de las hierbas de su sector, la base de su sistema curativo. Conservan su lengua y sus formas de cazar tradicionales, pero la explotación forestal los está perjudicando.
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LOS NENETS
En Siberia, Asia, están los Nenets, una pequeña tribu de solo diez mil miembros. Son nómadas y cada año hacen un movimiento migratorio con más de 300 mil renos a través de mil cien kilómetros. La zona en la que viven suele rondar los 50 grados bajo cero. Además, viajan en trineos que impregnan en sangre de reno recién sacrificado para que el roce con la nieve sea menor y puedan viajar más rápido. Han mantenido sus costumbres a pesar de que a veces conviven con occidentales que van en busca de reservas de gas y petróleo de la zona.
LOS KAZAKH
En Mongolia, Asia, habitan los Kazakh, quienes utilizan águilas que amaestran para cazar lobos, zorros o marmotas, de los que ocupan sus pieles. Esa es su principal fuente de sustento y viven de una manera seminómada. Van quedando menos habitantes pues los más jóvenes se han ido asimilando a la civilización moderna.