«Durante toda mi carrera profesional, tanto en el ámbito clínico como en lo académico, siempre he manifestado un gran respeto y cercanía con todos los miembros del equipo de salud. Soy plenamente consciente y respetuoso de la dignidad de todas las personas». Así parte una declaración realizada por el subsecretario de Redes Asistenciales Alberto Dougnac.
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Esto luego de que se hicieran públicas dos denuncias laborales presentadas por dos enfermeras y exponente de la Universidad Finis Terrae, que acusan tratos discriminatorios y misóginos.
Dougnac además precisa que en sus trabajos como director del Hospital Clínico UC creó la primera subdirección de enfermería y como decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Finis Terrae, participó en la creación de la primera escuela de Enfermería de esa casa de estudio.
«Entiendo el malestar que se ha generado», con respecto a la publicación de las dos demandas laborales, «pero quiero manifestar con claridad que mi visión, convicción y forma de pensar no se refleja allí. Siento un profundo respeto por el importante rol que cumplen las enfermeras y los enfermeros en la sociedad chilena, así como todo el equipo de salud», sentencia.
De hecho, el Colegio de Enfermeras pidió al ministro de Salud Enrique Paris, remover de su cargo al recién nombrado subsecretario.
LAS DENUNCIAS CONTRA DOUGNAC
En la demanda de Karen Domínguez, de 33 años, se establece lo siguiente: «en este periodo, varias trabajadoras, incluyéndome, fuimos víctimas de conductas de maltrato y discriminación por parte del decano, Alberto Dougnac, y del vicedecano, Mauricio Soto. En efecto, desde la intervención de la Escuela, el tono de ambos se tornó autoritario y misógino, llegando a tomarse conocimiento público de la postura de dichas autoridades respecto de la Escuela de Enfermería. Los mismos manifestaron que ‘las enfermeras no son inteligentes ni deben serlo, basta que sean bonitas’ y que ‘la Universidad es una exigencia innecesaria para las enfermeras, sólo requieren un instituto»».
En este caso, se inició un proceso judicial que hace algunas semanas se cerró, ya que las partes involucradas pudieron llegar a un acuerdo de compensación económica por los daños causados.
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Por otro lado, Dominique Fuentes, de 27 años, planteó lo siguiente en su demanda: «cabe señalar la discriminación y reiterados malos tratos recibidos en la Universidad, realizados por algunos de sus directivos, solo por el hecho de ser mujeres. Varios de sus dichos públicos dan cuenta de los comentarios misóginos que se traducen posteriormente en un menosprecio de la labor que desarrollaba en la Universidad. Así, por ejemplo, las expresiones vertidas por el decano, Alberto Dougnac, y del vicedecano, Mauricio Soto, quienes explícitamente a varias trabajadoras, incluyéndome, nos decían frases misóginas y violentas como que ‘las enfermeras no son inteligentes ni deben serlo, basta con que sean bonita’; ‘ustedes las enfermeras son especialistas en todo, pero en realidad no saben nada’. Frases y malos tratos denigrantes realizados por los directivos de la Universidad, del cual fui víctima en varias ocasiones».
En el caso de Fuentes, la demanda por tutela laboral contra su ex empleador sigue en proceso, ya que no se ha llegado a un acuerdo en cuanto a los montos de la indemnización.
