Este lunes se desató las polémica luego de que se conocieran las denuncias que pesan sobre el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac. Dos enfermeras y exponentes de la Universidad Finis Terrae, lo acusan de discriminación, misoginia y malos tratos cuando era decano de la casa de estudios.
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El Desconcierto dio a conocer los casos de las dos profesionales, quienes en sus respectivas demandas laborales por vulneración de garantías fundamentales, presentadas después de renunciar, entregaron antecedentes similares.
Consultados por el tema, desde la casa de estudios emitieron una declaración a la que tuvo acceso a La Tercera, en la que sostienen que “frente a la discriminación y malos tratos, como Universidad Finis Terrae rechazamos cualquier tipo de acto que menoscabe o afecte la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales”.
Asimismo, explican que “los hechos denunciados por las exdocentes de la Escuela de Enfermería, Karen Domínguez Cancino y Dominique Fuentes Inostroza, fueron conocidos por la universidad, tras la interposición de las acciones judiciales y con posterioridad al autodespido que ambas realizaron en agosto y septiembre pasado, respectivamente”.
“Mientras la relación laboral estuvo vigente ninguna de las dos profesionales hicieron alguna denuncia respecto a supuestos malos tratos, no obstante existir canales institucionales disponibles en la universidad para esos fines, definidos en diversas normas y protocolos internos para el resguardo de la dignidad de los trabajadores”, sentenciaron.
Las denuncias contra Dougnac
En la demanda de Karen Domínguez, de 33 años, se establece lo siguiente: «en este periodo, varias trabajadoras, incluyéndome, fuimos víctimas de conductas de maltrato y discriminación por parte del decano, Alberto Dougnac, y del vicedecano, Mauricio Soto. En efecto, desde la intervención de la Escuela, el tono de ambos se tornó autoritario y misógino, llegando a tomarse conocimiento público de la postura de dichas autoridades respecto de la Escuela de Enfermería. Los mismos manifestaron que ‘las enfermeras no son inteligentes ni deben serlo, basta que sean bonitas’ y que ‘la Universidad es una exigencia innecesaria para las enfermeras, sólo requieren un instituto»».
En este caso, se inició un proceso judicial que hace algunas semanas se cerró, ya que las partes involucradas pudieron llegar a un acuerdo de compensación económica por los daños causados.
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Por otro lado, Dominique Fuentes, de 27 años, planteó lo siguiente en su demanda: «cabe señalar la discriminación y reiterados malos tratos recibidos en la Universidad, realizados por algunos de sus directivos, solo por el hecho de ser mujeres. Varios de sus dichos públicos dan cuenta de los comentarios misóginos que se traducen posteriormente en un menosprecio de la labor que desarrollaba en la Universidad. Así, por ejemplo, las expresiones vertidas por el decano, Alberto Dougnac, y del vicedecano, Mauricio Soto, quienes explícitamente a varias trabajadoras, incluyéndome, nos decían frases misóginas y violentas como que ‘las enfermeras no son inteligentes ni deben serlo, basta con que sean bonita’; ‘ustedes las enfermeras son especialistas en todo, pero en realidad no saben nada’. Frases y malos tratos denigrantes realizados por los directivos de la Universidad, del cual fui víctima en varias ocasiones».
En el caso de Fuentes, la demanda por tutela laboral contra su ex empleador sigue en proceso, ya que no se ha llegado a un acuerdo en cuanto a los montos de la indemnización.