Lejos de disminuir las protestas tras la destitución de Martín Vizcarra como Presidente, decidida por el congreso nacional, en la noche del jueves recrudecieron las manifestaciones, en protesta por la salida de un mandatario que luchaba contra la corrupción de los políticos.
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Las principales plazas de las ciudades más populares del país han sido «tomadas» por manifestantes que protestan por la salida de Vizcarra, un mandatario que había iniciado una cruzada contra la corrupción que se vincula a los partidos políticos tradicionales peruanos.
La decisión del congreso se relaciona a una reacción del mundo político contra una administración que buscaba combatir los malos hábitos de un establishment muy cuestionado como el peruano.
Las manifestaciones lejos de bajar de intensidad, han aumentado día a días tras la destitución de Vizcarra, lo que hace temer un estallido social como ya sucedió en Chile y Ecuador, en protesta ante una casta política alejada de la realidad ciudadana.
Reacción de Vizcarra
El expresidente, de hecho, cuestionó la designación de Ántero Flores Aráoz como primer ministro del país andino y la calificó como una vuelta «al pasado» y un retorno a la «política tradicional».
En este contexto, el exmandatario ha criticado que una de las primeras declaraciones ofrecidas por el nuevo primer ministro haya sido dar una segunda oportunidad a las universidades que no obtuvieron licencia por parte de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU).
A su juicio, esto «pone en peligro a la reforma universitaria» y a la «calidad educativa», según ha informado la emisora RPP.
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El nuevo presidente de Perú, Manuel Merino, tomará juramento este jueves al gabinete de Flores Aráoz, que ha confirmado que liderará un «gobierno de transición» hasta las próximas elecciones, en el que ha apuntado que no habrá «experimentos».
Vizcarra fue cesado después de que prosperara una moción de censura en el Congreso, que recriminó al ya expresidente su supuesta vinculación con un trama de corrupción. El antiguo mandatario, que ascendió también por la dimisión de su predecesor, Pedro Pablo Kuczynski, siempre ha negado cualquier irregularidad.