En 2018, a semanas de dejar el cargo, la entonces presidenta Michelle Bachelet presentó un proyecto de ley a fin de “emprender diversas modificaciones que apuntan a mejorar la transparencia, probidad y eficiencia en el desempeño” de Carabineros de Chile. Pero más de dos años y ocho meses después, y con los cuestionamientos a la institución creciendo, el mensaje sigue en primer trámite constitucional, sin ningún avance.
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A meses de aquello, tras el arribo del Presidente Sebastián Piñera, se realizó un nuevo análisis, comprometiéndose nuevas modificaciones y análisis de grupos de expertos. Pero, nuevamente, no se han visto avances significativos. Iniciativas puntuales, sobre uso de armamento o protección a los funcionarios, entre otros aspectos, han prosperado, pero nada que apunte a la solicitada “refundación” de la institución está realmente en marcha.
El diagnóstico es claro: se necesita un cambio profundo que dé cuenta de la gravedad de la “crisis”. Los errores en procedimientos, como quedó de manifiesto en la intervención de funcionarios en una residencia del Sename en Talcahuano, donde dos menores fueron baleados, hablan de la gravedad del asunto y reflotan la necesidad de poner el pie en el acelerador.
Esos hechos gatillaron la salida de Mario Rozas, y en su primer día en el cargo, el nuevo general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, tuvo como tarea reunirse con el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, para abordar las modificaciones. “Vamos a poner todo de nuestra parte como institución, somos los más interesados”, dijo el uniformado.
Por su parte, el secretario de Estado, junto con asegurar que espera trabajar con rapidez con el comité para la reforma (se reunieron el fin de semana), comentó cómo espera ir avanzando con el nuevo general director: “Vamos a hacer muchas reuniones en terreno, con alcaldes, en comisarías, vamos a salir mucho a terreno en conjunto”.
Pero ¿qué aspectos se incluyen en una reforma o refundación de Carabineros? ¿Qué clase de policía necesita Chile? Opiniones hay muchas, pero dos expertos contactados por Publimetro coinciden en aspectos que son clave. Hugo Früling, director del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile, y Eduardo Vergara, director ejecutivo de Chile 21, concuerdan en que los cambios son en distintos niveles y que algunos son de corto y otros de largo plazo.
De manera urgente, comentaron, se necesita analizar y reformular el modo en que la institución se relaciona con la ciudadanía, manteniendo el grueso de las labores investigativas en la PDI, mientras que Carabineros debe fortalecer su rol en la prevención del delito, control y seguridad ciudadana. Todo, eso sí, mirando de cerca los procedimientos, adaptando las capacitaciones.
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Copiar un modelo extranjero, para ambos expertos, no es una opción. Todo debe ajustarse a la realidad nacional y hay académicos para ello, manifestaron.
Aspectos centrales a reformar en Carabineros
Gobierno Corporativo
Junto con avanzar en la separación del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, ambos expertos coinciden en que se deben hacer adaptaciones en el manejo interno. Para Früling, debe quedar claro cómo es la subdivisión interna y quién dirige, y que al menos en el nivel operativo exista “cierto grado de autonomía”. Vergara espera que se termine con la Ley Orgánica Constitucional de la institución, “porque no es comprensible que tengan una ley que cueste tanto cambiar”.
Formación y entrenamiento
Más que fijarse en la duración de los cursos que deben cumplir los funcionarios, para Früling es esencial analizar qué es lo que se enseña, quién imparte la formación y a quiénes.
Espera, por ejemplo, que “la enseñanza respecto de Derechos Humanos sea incorporada en ejercicios prácticos y no se queden sólo en lo teórico”.
En los procesos, como complementó Vergara, “se debe erradicar cualquier resabio que tenga que ver con el perfil militar de Carabineros”.
Escalafón único
De acuerdo con lo expuesto por Früling, se debe apuntar “progresivamente a crear incentivos para que los efectivos puedan ascender en la carrera policial”, ya que considera que el sistema vertical que rige, donde unos sólo obedecen y otros mandan, es parte del problema que se ha evidenciado.
Así, apuntó a que, tras una adecuada planificación y en vista al diagnóstico que es urgente realizar, es oportuna la construcción de un escalafón único.
Limitar atribuciones
Según expuso Vergara, “la labor investigativa tiene que mantenerla la PDI, mientras que Carabineros debe abocarse a sus labores preventivas y de control, tal y cual como están hoy”.
Pero restar de sus tareas lo referente a procesos investigativos, de acuerdo con Früling, requerirá, obligadamente, hacer cambios en Investigaciones, ya que la cantidad de personal en ambas instituciones no es el mismo, y varios de los procedimientos se tendrían que ajustar en razón de ello.
Transparencia, control y probidad
Para el director de Chile 21, todo aspecto que dé pie al “secretismo”, como la justicia militar o el carácter reservado de algunos antecedentes, deben quedar eliminados en el marco de este proceso.
En tanto, el director del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile apunta a que es necesario apurar un proyecto que ya está en tramitación y que busca fijar mayores auditorías a los gastos en la institución, que han generado tantos problemas.