El ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Monckeberg, se refirió con satisfacción a la aprobación en el Senado del proyecto impulsado por el Gobierno, que busca habilitar a los cotizantes para el retiro de un 10% de los fondos de pensiones.
PUBLICIDAD
El secretario de Estado destacó la transversalidad de la aprobación de la iniciativa, que sólo tuvo un voto en contra y sumó cinco abstenciones, en contraposición al proyecto emanado de la Cámara de Diputados que iba en el mismo sentido, que no alcanzó el quórum de aprobación necesario y fue enviado a comisión mixta.
«Este proyecto lo construimos juntos, esta solución la construimos juntos. Y todos cedieron en la búsqueda de un buen proyecto y una buena respuesta a la ciudadanía”, señaló.
Llamado a los diputados
No obstante, Monckeberg también interpeló a los diputados que deberán discutir y votar el proyecto, tanto en comisiones como en el hemiciclo de la Cámara Baja, y llamó a dar celeridad a la iniciativa, que cuenta con la urgencia de discusión inmediata.
“De inmediato, este proyecto tiene discusión inmediata, por lo tanto se empieza a tramitar en la Cámara de Diputados. Y esperamos y les pedimos a los diputados, que con todo el debate necesario, saquemos este proyecto lo antes posible”, dijo, añadiendo que “para eso el gobierno está dispuesto para que podamos tramitarlo rápido cuando se estime por las Comisiones de Trabajo y Hacienda. Y hagamos una realidad de que este proyecto llegue a buen puerto y las familias que lo necesitan y requieren puedan retirar esos fondos a más tardar en el mes de diciembre y, posteriormente, de acuerdo a los plazos de pago, vale decir lo antes posible. Toda la celeridad para que podamos sacarlo adelante de buena manera”.
Rápido, pero con impuestos…
El titular de Segpres además, manifestó que “acá más allá de una urgencia legislativa, lo que necesitamos es una urgencia política», y que por eso llamó a los parlamentarios a «tener convicción y decisión» para hacer del retiro una realidad, aseguró ministro, quien junto al resto del Gobierno no apoyó el primer retiro.
El proyecto del Ejecutivo, a diferencia de la reforma constitucional, que rechazó el oficialismo, posee impuestos para los que retiren sus fondos y que poseen sueldos mayores de $700.000. Un duro golpe para la clase media, en tiempos que el país vive una dura crisis social y económica.
