Destacando que su candidatura nació del movimiento social, Rodrigo Mundaca (59), independiente, ingeniero agrónomo y activista promotor del acceso al agua como bien público y derecho humano esencial, se declara “profundamente contento” de haberse impuesto en las primarias para gobernador del Frente Amplio en la Región de Valparaíso.
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Se considera un candidato poco convencional, pues surge de Modatima, “una organización de resistencia que instala en el debate la promoción, defensa y recuperación de los derechos ambientales”. Se impuso con el 63,92% de los votos, y como dijo, gracias a que “no formamos parte del consenso ni del pacto elitario”. “Es una candidatura que emana desde el pueblo trabajador”, relevó, agradeciendo a cada uno de los que confiaron en su propuesta.
Fue el tercer candidato más votado a nivel nacional, tras Claudio Orrego y Helia Molina ¿Qué denota aquello?
—Ellos son militantes de partido y tiene una máquina partidaria al servicio de ellos. Nueva campaña se erigió desde el movimiento social y se financió desde la Lotería, el Loto, las completadas, a base de puro esfuerzo y compromiso. Guardando toda proporción, esto refleja inequívocamente lo que dijo el 25 de octubre la población, cuando votaron por el apruebo y la Convención Constitucional, dando cuenta de que no están en condiciones de seguir delegando el poder a los mismo. Nosotros encarnamos aquello.
Pero en términos generales, el Frente Amplio no tuvo mayor impacto en las primarias, mientras que RN y la DC sí…
—La elección fue de militantes, muy ideológica y también influye la baja participación, con la desprolijidad del Servel. Que partidos conservadores y responsables del neoliberalismo en el país hayan tenido los resultados que tuvieron da cuenta de que sus máquinas clientelares siguen funcionando, pero la excepción a la regla fue Valparaíso, donde el Frente Amplio se impuso. Obtuvimos una votación fundamentalmente de independientes, de trabajadores de los cerros, compañeras de las ollas comunes, pescadores, movimientos socioambientales. Eso es muy importante, porque también marca un derrotero para el resto.
¿Cómo se preparará para quedarse finalmente con la gobernación?
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—Por lo pronto, descansar un par de días, pero ya empezar a delinear con el equipo el nuevo diseño, porque vamos a enfrentar un escenario distintos. A quien fuera rector de Universidad de Valparaíso por 12 años, que forma parte del consenso elitario, y al candidato que designen entre cuatro paredes la derecha. Eso requiere una readecuación del despliegue y va a existir una construcción de musculatura argumentativa que nos permita enfrentar de buena manera lo argumentos que utilizarán ellos.
De llegar a la Gobernación ¿Qué priorizaría?
—Está región es la que tiene mayor cantidad de campamentos, 181 catastrados hasta antes de la revuelta. Ahí viven más de 60 mil personas, sin acceso a servicios básico. También es la región que tiene más conflictos ambientales y los índices de cesantía más altos. Además, tenemos más de 250 mil personas dependiendo camiones aljibes. Nuestros esfuerzos van a estar puestos ahí, en terminar con las condiciones de precariedad en que vive el pueblo trabajador.
¿Se puede avanzar en todo ello a pesar de que se diga que la gobernación es un “león sin dientes?
—En materia de campamentos, el gobierno regional, por ejemplo, cuenta con recursos para adquirir terrenos, para hacer un mapeo de suelo. Hay instrumentos de esa naturaleza. Lo que hoy no puede pasar es que a la Región de Valparaíso, por falta de ejecución presupuestaria, se le retiren $6.400 millones. El gobernador electo también va a ejercer labores de fiscalización y ahí hay que ser rigurosos.Vamos a tener facultades que nos van a permitir sentar un precedente. Es un cargo que tiene lengua e incisivos, le falta el resto de la musculatura, pero vamos a intentar correr la frontera de lo posible y tener la mayor cantidad de facultades y competencias, para tener efectiva independencia fiscal, presupuestaria y política.
