La cifra no es menor. De hecho significa un aumento respecto de la rendición anterior, en que fueron menos de 1.500 las y los jóvenes que plantearon este tipo de necesidad. Y es que en enero próximo, 2.328 personas en situación de discapacidad y con necesidades educativas especiales rendirán la Prueba de Transición (PDT) contando para ello con los ajustes al proceso de rendición que han solicitado al Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) de la Universidad de Chile.
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Así lo informó la jefa del Programa de Inclusión del organismo, Alejandra Maldonado, quien señaló que la cifra marca un significativo aumento respecto del año pasado, cuando 1.424 personas en situación de discapacidad solicitaron algún tipo de ajuste (relacionado con espacio, tiempo, apoyo humano/profesional y/o medios tecnológicos) para rendir el examen de buena forma.
Estas adecuaciones o apoyos asociados a discapacidad auditiva, física (motora), intelectual (cognitiva), síquica y visual, varían según las necesidades de cada postulante. Pueden ir desde la petición de que un examinador reciba en la puerta del local de aplicación a la persona, estar en una sala solo o rendir en su domicilio, hasta la solicitud de una prueba impresa en macrotipo (letras más grandes) o de un computador con sintetizador de voz para personas con discapacidad visual.
“Nuestra prueba de selección -este año, la Prueba de Transición- es de muy altas consecuencias para quienes la rinden y, por lo tanto, es esencial que las condiciones de aplicación se ajusten a las necesidades especiales, para poder tener una evaluación justa, eliminando lo más posible aquellas condiciones que interfieren la medición de las habilidades y conocimientos, de las competencias que debemos evaluar con la mayor precisión posible”, explica Leonor Varas, directora del Demre.
“Lo que nos interesa es propiciar las condiciones para que cada año sean más las y los jóvenes con necesidades educativas especiales que se inscriban para dar la Prueba. Nuestro norte es que ellas y ellos tengan altas expectativas en materia educacional y acompañarlos en ese camino”, recalcó la experta.
COOPERACIÓN ENTRE ACTORES
El Demre genera formatos accesibles. Por ejemplo, la entidad facilita que personas ciegas y sus profesores puedan usar los computadores con programas sin costo para la escritura y escucha de aquellas materias más complejas, como Matemática y Ciencias. Para esto se cuenta con 9 tutoriales accesibles, subtitulados y en lengua de señas, dirigidos a estudiantes, profesores y asistentes).
“Hasta hace pocos años era impensable encontrar estudiantes o profesionales ciegos en algunas áreas del conocimiento. Felizmente, las barreras se van desmoronando, y hoy estas personas protagonizan innovaciones y cambios que mejoran la vida de todos”, finaliza Maldonado.