Ivonne Guerrero y Elías Lagos forman una empeñosa pareja de San Fernando que siempre tuvo la idea de emprender en su ciudad. En una de muchas profundas conversaciones se dieron cuenta que toda su creatividad podría volcarse hacia el vestuario. Así nació el proyecto de confección Bartolo. Instalaron un taller en su casa donde diseñan chaquetas, guayaberas, polerones de terciopelo, bucket hats, pantalones y múltiples pedidos a medida, que son enviados a todo Chile.
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Esta pyme es la suma de las historias personales de ambos. Por una parte, Ivonne tenía un acercamiento hacia el arte y la ilustración y Elías, durante su infancia, estuvo rodeado del trabajo de modista de su madre, empapándose del oficio.

Tenían las ganas y el background para dedicarse al área, pero confiesan que les faltaba la parte técnica la cual tuvieron que aprender en tiempo récord si querían ser los mejores: “No teníamos conocimiento en confección, lo que generó una dificultad importante al principio, pero poco a poco comenzamos a aprender algunas técnicas, por ejemplo, el patronaje, la toma de medidas, corte y confección. Todo esto lo aprendimos gracias a Isabel, la madre de Elías que nos guío en este camino de la costura”, explica Ivonne Esfuerzo Pyme y Publimetro.
Junto con “estudiar” las técnicas, ¿con qué otras dificultades se encontraron en los inicios?
Elías: El financiamiento fue bastante complicado, principalmente porque no contábamos ni con las máquinas ni con los insumos para comenzar. Nuestra partida la realizamos con ahorros personales, que teníamos destinados para viajes y vacaciones. Y posteriormente pedimos un crédito para poder comprar algunas máquinas que nos faltaban.

¿Qué otros sacrificios personales debieron hacer para concretar el proyecto?
Ivonne: Muchos fines de semana, vacaciones de invierno y verano. Trabajamos todos los días. De lunes a viernes en el taller cortando, bordando, bosquejando, confeccionando, haciendo envíos y los fines de semana nos dedicamos a la creación de contenidos para nuestras redes sociales, planificación de la agenda semanal, entre otros.
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¿Tanto esfuerzo y dedicación ha valido la pena?
Elías: Sí. Recomendamos totalmente emprender. Es un camino difícil, se cierran varias puertas, pero siempre hay ventanas abiertas. Hay que armarse de valor y paciencia para avanzar y llevar a cabo lo que se desea. Tuvimos una ansiedad terrible cuando expusimos nuestros diseños por primera vez, ya que estábamos nerviosos por conocer cuáles serían las reacciones de las personas.

¿Y cómo funcionó?
Ivonne: A la gente le empezó a gustar y nos dio una gran satisfacción. Leer en Instagram (@bartolodiseno) o en el mail (bartolo.diseno@gmail.com) los comentarios positivos de nuestros “Bartolos”, sus sugerencias, ver que a las personas les encanta nuestro trabajo, nos motiva a ser cada día mejores y a darlo todo por nuestro proyecto. A dar rienda suelta a nuestra creatividad.
¿Cuál es su sueño como emprendedores?
Elías: Hacer crecer un poco más la marca, para así generar nuevos puestos de trabajo y seguir creando. Nuestro negocio es todo para nosotros.
Ivonne: Es como un hijo/a, ya que nos ha enseñado a ser pacientes, a motivarnos, a salir de nuestra zona de confort. Es como un hijo/a, porque todo lo que hacemos en nuestro emprendimiento es puro amor.
A su juicio, ¿cuáles son las claves para que un emprendimiento funcione y sea exitoso?
Ivonne: Creer en lo que se está haciendo, motivarse, ser metódico y paciente, porque es un proceso lento.
Elías: Tener en cuenta que siempre es un largo proceso de aprendizaje. Tener cercanía con las personas que creen en tu trabajo, ser amable, ser humilde y si se flaquea en el camino, recordar siempre qué inspiró tu emprendimiento.