La aparición de una nueva cepa del coronavirus mantiene prácticamente aislado al Reino Unido, luego de que varios países decidieran cerrarle la frontera.
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El pasado sábado, el primer ministro Boris Johnson confirmó que se detectó una nueva variante de coronavirus en el sureste de Inglaterra que parece estar propagándose más rápidamente que otras.
La noticia provocó un caos total en el Reino Unido: decenas de países decidieron cancelar sus vuelos a la isla europea y ahora el transporte terrestre también está sufriendo estragos.
Francia decidió cerrar sus fronteras con el Reino Unido por 48 horas, por lo que miles de camiones quedaron sin poder salir desde el puerto de Dover.
En las últimas horas se han registrado filas kilométricas de camiones detenidos en las carreteras de la región de Kent.
Desabastecimiento
Por ahora está permitido que camiones ingresen a Reino Unido desde Francia, pero las empresas transportistas no quieren arriesgarse a que sus choferes queden atrapados.
De esta manera el temor a quedar desabastecidos comienza a latir con fuerza, pese a que las autoridades hicieron un llamado a los ciudadanos a que eviten las aglomeraciones y el pánico, ya que la cadena de alimentos está asegurada.
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Pese a ellos, la cadena de supermercados Sainsbury’s, advirtió que podría haber escasez «de lechugas, otras ensaladas, coliflores, brócoli y cítricos en los próximos días».