La empresa automotriz Volkswagen pidió a los dueños de más de 105.000 Beetles que lleven los sedanes a sus talleres para reemplazarles bolsas de aire Takata defectuosas, ya que pueden estallar y arrojar piezas rotas.
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La reparación cubre los automóviles sedanes de los modelos 2012 a 2014. Los concesionarios reemplazarán, sin costo para los propietarios, las bolsas delanteras del conductor a partir del 12 de febrero.
Takata usó una sustancia volátil —nitrato de amonio— para crear una explosión controlada que inflara las bolsas en caso de un choque. Sin embargo, esa sustancia química puede degradarse cuando se expone a altas temperaturas y humedad, y por lo tanto quemarse demasiado rápido, haciendo saltar en pedazos un bote de metal que la contiene. Veintisiete personas han muerto en todo el mundo por la explosión de los infladores, incluidas 18 en Estados Unidos.
Los verdaderos riesgos de las bolsas de aire del VW
La compañía Volkswagen aseguró en documentos gubernamentales que los infladores tienen una sustancia química que absorbe la humedad y que no representan un riesgo de seguridad irrazonable. No obstante, los retirará a solicitud de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), a la que le preocupa que las bolsas de aire pudieran explotar con el paso del tiempo.
La explosión de los infladores en las bolsas de Takata derivó en la mayor serie de retiros del mercado de automóviles en la historia de Estados Unidos, con al menos 63 millones de infladores que debían ser reemplazados. El gobierno estadounidense ha dicho que, hasta septiembre, más de 11,1 millones no se habían reparado todavía. Se han retirado del mercado aproximadamente 100 millones de infladores en todo el mundo.