La localidad de Lubbock en Estados Unidos, quedó consternada luego de la muerte de un niña niña de 17 meses, luego de tragarse una pila de control remoto.
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La madre de la niña se percató de algo extraño cuando la pequeña comenzó a presentar una fuerte tos. Así llevó a la niña al hospital, donde fue atendida por personal médico.
Luego de una radiografía, detectaron que la niña se había tragado una batería. Según se informó por parte de los doctores, la ingesta de este aparato le generó choques eléctricos y fuertes quemaduras después de ingresar por su esófago.
El pediatra Thomas McGill, quien trató a Reese Smith, en el University Medical Center, reveló que la membrana mucosa de la niña se había quemado «completamente negra, como si estuvieras asando un malvavisco».
La familia, que compartió el caso en una página de recaudación de fondos, no logra sobreponerse al peor dolor, el más profundo.
“Con el corazón roto… no mucho más que decir en este momento. He estado tratando de encontrar las palabras por un tiempo. Tengo que volver a casa. Mi mamá también volvió a casa. Pero nos faltaba un miembro de la familia», sentenciaron en Facebook.