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Milagro (científico) de Navidad: la increíble y emotiva historia de la primera operación de Parkinson en la región de Coquimbo

Un coquimbano de 50 años fue operado exitosamente de Parkinson por destacados especialistas médicos de los hospitales de La Serena y Coquimbo.

Hace apenas una semana, y sin la resonancia masiva de la mágica visita del Viejito Pascuero que nos vuelve a hacer niños a todos los chilenos, en la Región de Coquimbo de produjo uno de los principales milagros (científicos) de esta Navidad.

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Después de 15 años de sufrir una enfermedad que ha dejado numerosas huellas en su cuerpo y mente, Octavio Vega finalmente pudo cumplir su sueño de operarse en la primera cirugía de Parkinson del norte del país. Una revolucionaria intervención quirúrgica que, sin dudas, cambiará la vida a este hombre que desde joven sufrió los efectos del trastorno neurodegenerativo que afecta a más de 2 mil personas en la Región de Coquimbo.

El Parkinson es una enfermedad crónica neurodegenerativa que provoca la muerte paulatina de las neuronas del cerebro. La patología causa la pérdida progresiva de la capacidad física y mental y se inicia generalmente en personas de 60 años o más, aunque puede presentarse antes. Se estima que, al año 2040, esta patología podría transformarse en una epidemia en el mundo.

“Amanecí como un niño que se despierta para abrir sus regalos en Navidad, porque esto es algo que hemos esperado tanto con mi esposa. Hoy, soy el primero y eso marca un hito. Yo fui diagnosticado a los 35 años de edad, me empezó temblando un dedo, el ojo, luego empecé a sentir rígida la parte izquierda de mi cuerpo y temblores, al principio fue muy difícil”, expresó el coquimbano el día después de la extensa operación, según reseña el portal del Hospital de La Serena .

Equipos especializados de los hospitales de La Serena y Coquimbo concretaron esta revolucionaria operación que busca ser la respuesta para aquellos pacientes que cuenten con las condiciones médicas para optar a ella, mejorando su calidad de vida, una vez que el tratamiento farmacológico ya no tiene efecto y ayudando a reducir la rigidez, pérdida de movilidad, lentitud, temblores, deterioro progresivo y las severas repercusiones sociales de la patología.

“Para todos nosotros este es un sueño hecho realidad, ya que personas que no podían acceder a esta efectiva cirugía, hoy pueden hacerlo a través del sistema público. Somos la primera región en el norte del país en hacerla y estamos muy contentos con este primer comienzo”, señaló la doctora María Eugenia Contreras, neuróloga del Hospital de La Serena, quien se especializó en Parkinson y Trastornos del Movimiento en el Hospital Clínico de Barcelona y ha liderado el proyecto en la zona desde el 2018.

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El doctor José Hortal, neurocirujano del Hospital de Coquimbo, fue el encargado de aplicar esta compleja intervención durante 6 horas y media. El médico, que viajó a especializarse a Colombia y Barcelona, sostuvo que “este es el primer paso para que esta sea una terapia que luego podamos ofrecer a todos los pacientes que sean candidatos y abre una puerta para empezar a hacer cirugías de alto nivel tecnológico e intervenciones que no estaban pensadas para esta región ni el país, porque es un gran adelanto tecnológico. Estamos muy contentos y felices del resultado que obtuvimos, vimos que el paciente se comportó bien durante toda la cirugía”.

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De 50 años, Octavio vivía con una condición de salud que no le permitía controlar su propio cuerpo y realizar acciones tan cotidianas como dormir, caminar o trabajar. El Parkinson lo volvió dependiente de la Levodopa, un fármaco que permite controlar los invalidantes síntomas de la afección. El problema es que con el paso del tiempo, esta medicina va perdiendo el efecto y él ha debido aumentarla en cantidad y frecuencia, llegando a tomar hasta 240 de estas cápsulas al mes.

El duro camino lo transitó con su pareja, Gloria Tapia, con quien ha construido una admirable historia de amor y superación ante la adversidad, ya que este  trastorno   no sólo afecta a quien lo padece, sino que también a toda la familia y al entorno cercano. “Lo conocí en 2009, cuando él ya tenía un Parkinson de 5 años y la primera vez que salimos, me mira y me dice que tenía la enfermedad, desde ahí he visto cómo ha evolucionado y cuán invalidante ha sido para él. Hemos estado juntos siempre en esto y hoy la cirugía para nosotros es un cambio total de vida, un regalo de Dios. Estos años han sido complejos, pero nunca hemos perdido la esperanza, nunca bajamos los brazos y ni siquiera la pandemia nos detuvo”, cuenta Gloria.

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Este proyecto se gestó hace más de dos años de la mano de la Agrupación de Pacientes con Parkinson, fue presentado por el Servicio de Salud Coquimbo y finalmente, pudo hacerse realidad gracias a una inversión de 205 millones de pesos financiados por el Gobierno Regional, aprobados por el CORE y que contempla la adquisición de 8 kits de Estimulación Cerebral Profunda, gestionados mediante la fundación Desafío Levantemos Chile.

“Esta es una fecha muy importante para la salud de la Cuarta Región porque se da inicio al proyecto que permite iniciar esta cirugía en los primeros 8 pacientes, en una intervención inédita que implica un trabajo conjunto de dos hospitales, para dar respuesta a pacientes donde la medicina y la farmacología no estaban haciendo el efecto deseado, lo que mejora mucho la calidad de vida», destacó Edgardo González, director (S) del Servicio de Salud.

La doctora Contreras precisó que los equipos «se ganaron este proyecto para 8 pacientes y comenzamos a operarlos ahora, pero esperamos que esto siga porque tenemos más pacientes que pueden necesitar esta cirugía. Esperamos que más adelante esto sea incluido en la Ley Ricarte Soto o en GES a nivel nacional”.

Cirugía de estimulación cerebral contra el Parkison

La cirugía de Estimulación Cerebral Profunda es una intervención que puede durar hasta 12 horas y que se lleva cabo con el paciente completamente despierto, mejorando la funcionalidad de la persona en un 50% y su calidad de vida en un 30%.

“Instalamos unos electrodos que van en la profundidad del cerebro que estimulan las neuronas, haciendo que éstas funcionen de manera distinta y que podamos regularlas, mediante electricidad que va administrada por una batería que le ponemos al paciente en el pecho y que manda corriente a través de dos cables que se conectan a los electrodos, permitiendo cambiar las funciones del cerebro que están mal producto de la enfermedad de Parkinson. El cambio es inmediato, milagroso, porque apagamos el estimulador, y se apaga el efecto, el paciente se vuelve a poner rígido y tembloroso, yo lo prendo, y vuelve a poder caminar sin temblores”, detalló el doctor Hortal.

Esta  costosa intervención tiene beneficios físicos, mentales, emocionales y sociales, pero su principal dificultad es que hoy   sólo se encuentra disponible en algunos centros de salud del sistema privado del país, con un costo cercano a los 45 millones de pesos. Luego de la operación se inicia un proceso terapéutico y de rehabilitación con un equipo multidisciplinario especializado, con el fin de ayudar al paciente en el proceso de adaptación a su nueva vida y reinsertarse en la sociedad de la mejor manera posible.

Mientras vuelve a tocar el charango con la emoción renovada, al fin, Octavio Vega ya puede asegurar que vivió su propio milagro de Navidad…

 

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