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Si en abril realizaban entre 20 a 40 contratos, hoy superan los mil documentos firmados mensualmente con la modalidad de firma electrónica. Es la realidad que enfrentan en la empresa FirmaVirtual, quienes han visto como sus servicios se han disparado durante este 2020, situación que se repite en otros negocios similares.
Y es que este servicio ha tenido un aumento sin precedentes durante este año, convirtiéndose en una herramienta fundamental para muchas empresas, que, debido a la pandemia y a las cuarentenas, no podían firmar sus documentos de manera presencial.
Más rubros interesados
Otro punto interesante, es que han ampliado los rubros interesados en utilizar este servicio, los que antes se limitaban sólo a unos pocos y hoy ya hay muchos tipos de negocios interesados y que se vieron obligados a usar el sistema.
“La firma electrónica se utilizaba mucho en trámites del Servicio de Impuestos Internos, como para la facturación y también la usaban abogados y empresas que constantemente firmaban muchos documentos. Pero ahora el rubro se amplió y se comenzaron a realizar muchos trámites inmobiliarios, también en el área automotriz, educacional y también lo utilizan muchas personas naturales. Lo llamativo de esto, es que si bien la firma electrónica es legal desde el año 2002, este 2020 recién la gente comenzó a confiar plenamente y a utilizarla aumentando en más de un mil por ciento su uso”, señala Christian Rodiek, socio de FirmaVirtual.
¿Qué tipos de firma electrónica existen?
El profesional explica los tres tipos de firma virtual que existen en el mercado, y la diferencia entre ellas:
Firma electrónica general:
Es la más simple de todas y no requiere certificación notarial. Se utiliza para contratos laborales con chilenos y contratos que no requieren mayor seguridad legal, o el valor probatorio no es tan alto.
Firma electrónica con certificación notarial:
Se usa por lo general para contratos de arriendos, administración, salvo conductos, declaraciones juradas y poderes simples. Este tipo de firma requiere una certificación notarial posterior.
Firma electrónica más protocolización notarial:
Tiene un valor probatorio mucho más alto y permite que un documento privado, reciba carácter de documento público. Es un documento que después de la firma es protocolizado por notaría, recibe un número de repertorio, y una fecha y luego pasa al archivo judicial, por lo que el documento queda como un registro público. Sus niveles de seguridad son mucho mayores.
“La Firma Electrónica es legal, según la ley 19.799 que existe hace 18 años, y que respalda que tiene la misma validez que una firma manuscrita sobre papel”, agrega Rodiek.
