Greta Thunberg cumple este domingo (3 de enero) dieciocho resplandecientes años, convertida en una de las figuras prominentes del ambientalismo mundial y aferrada a un poderoso discurso que apela a la ciencia sin despreciar el componente emocional. Para los medios, habituados a generar y diluir íconos con fugacidad, la adolescente de rostro adusto y mirada transparente se ha convertido en uno de los mayores fenómenos mundiales de los últimos tiempos, apoyada por ejército de admiradores y adorada por gran parte de la prensa.
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Parece evidente que la pandemia de coronavirus ha oscurecido algo su fulgor internacional, pero Thunberg, con sus portentosos 4,4 millones de seguidores en Twitter y más del doble en Instagram, conserva su papel de emblema que se ha traducido en la aparición de otras “Greta” en cualquier país del mundo.
Elegida Personaje del año por la revista Time y nominada dos veces al Premio Nobel de la Paz, Thunberg se ha entrevistado con el Papa Francisco y los principales líderes mundiales y ha dado discursos ante la ONU y en las principales cumbres climáticas.
Su presencia tan frecuente como destacada en los medios le ha generado enemistades y también ha protagonizado desencuentros públicos con figuras políticas de peso, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El estreno de Greta en las protestas fue un 20 de agosto de 2018, tres semanas antes de las elecciones legislativas de su país, cuando se sentó delante del Parlamento sueco para iniciar una huelga diaria hasta que el Gobierno cumpliera con el compromiso de recorte de emisiones del Acuerdo de París contra el cambio climático.
Greta y el Friday For Future
Su singular manifestación pasó a realizarse solo los viernes, pero recibió gran atención mediática en Suecia. Y gracias a la trascendencia internacional de su país, en apenas unos meses la joven había sido invitada estrella en la Cumbre del Clima de la ONU en Polonia, el Foro de Davos, Bruselas y el Palacio del Elíseo de París.
Thunberg, que por razones climáticas y «filosóficas» solamente viaja en tren y autobús y nunca en avión, encabezaba a menudo manifestaciones juveniles por toda Europa y se convirtió en imagen del movimiento “FridaysForFuture” (Viernes por el Futuro) y de huelgas escolares en todo el mundo.
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En el trágico ciclo de la pandemia, la adolescente sueca se tomó un año sabático para viajar por el continente americano, al que llegó en un velero movido por paneles solares y turbinas subacuáticas, de propiedad del millonario Pierre Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco.
“Me han robado mis sueños, mi infancia, con sus palabras vacías”, afirmó en septiembre del año pasado en la ONU en un célebre discurso en el que reprochó a los líderes atreverse a “mirar para otro lado” mientras la evidencia científica alerta de un escenario preocupante.
Esos términos dieron origen a un comentario irónico de Trump, que luego tuvo varias polémicas en redes sociales con Thunberg. Greta quiso viajar a Chile pero la COP25 fue cancelada por seguridad sanitaria y la chica sueca quedó a medio camino en su velero de lujo que debió reorientar el timón hacia otros puertos.
Sin embargo, el ejemplo y el mensaje ambientalista sigue vigente para sus seguidores, que seguramente este domingo celebrarán la mayoría de edad de la niña que -como la genial Mafalda-, creció clamando por salvar al mundo de su propia destrucción ambiental…
Cinco frases célebres
1. «No son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son. Incluso esa carga nos la dejan a nosotros, los niños».
2. «No quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico»
3. «Nos estamos enfrentando a la sexta extinción masiva y el ritmo de extinción es 10.000 veces más rápido de lo normal».
4. «Mi asperger me ayuda a no creer en mentiras».
5.. «¿Ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, en busca de esperanza? ¿Cómo se atreven?».
