Miles de iraquíes se reunieron este domingo en una plaza central de Bagdad para marcar el aniversario de la muerte de un poderoso general iraní y de un alto líder miliciano iraquí por un dron estadounidense.
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Las calles que conducen a la Plaza Tahrir fueron cerradas y se aplicaron estrictas medidas de seguridad al reunirse la multitud en respuesta a la exhortación de las Fuerzas de Movilización Popular —una poderosa milicia iraquí respaldada en su mayor parte por Irán— para manifestarse por la ocasión y exigir la expulsión de las tropas estadounidenses de Irak.
La muerte del general Qassim Soleimani y de Abu Mahdi al-Muhandis puso a Teherán y a Washington peligrosamente cerca de un conflicto declarado y desató indignación en Irak. Ante ello, días después el Parlamento aprobó una resolución no vinculante en la que exhortó a expulsar a todas las tropas extranjeras en el país.
La manifestación del domingo se llevó a cabo en medio de crecientes tensiones entre Irán y Estados Unidos en los últimos días del gobierno del presidente Donald Trump.
Trump teme un atentado iraní
Washington ha efectuado vuelos de reconocimiento de bombarderos B-52 y envió un submarino nuclear al Golfo Pérsico ante lo que funcionarios del gobierno de Trump describen como la posibilidad de un atentado iraní en el aniversario del ataque efectuado en el aeropuerto de Bagdad en el que murieron Soleimani y Al-Muhandis.
Portando banderas iraquíes y de la milicia y afiches de los dos hombres, miles de iraquíes marcharon hacia la Plaza Tahrir para el mítin el domingo, exigiendo el retiro de las tropas de Estados Unidos en la implementación de la resolución parlamentaria.
Soleimani encabezaba a las Fuerzas Quds de élite de la Guardia Revolucionaria de Irán, responsables de las operaciones de la república islámica en el extranjero, y solía viajar frecuentemente a Irak, Líbano y Siria. Al-Muhandis era el líder miliciano más poderoso de Irak y se desempeñaba como subcomandante de las FMP.
La muerte de ambos incrementó drásticamente las tensiones en la región. Teherán contraatacó con una andanada de misiles balísticos hacia dos bases iraquíes que albergan a efectivos estadounidenses, algunos de los cuales sufrieron conmociones cerebrales. Funcionarios iraníes han insinuado que habrá más represalias.