Lo ratificó la semana pasada el Presidente Sebastián Piñera: desde este mes «vamos a seguir recibiendo en forma periódica y sistemática los envíos de vacunas de Pfizer (laboratorio estadounidense)/BioNTech (faramacéutica alemana), junto a vacunas de Sinovac«.
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Las dosis de la última compañía, con sede en China, están a la espera del pase del Instituto de Salud Pública, ISP, luego de que el Cenabast presentara los papeles, debido a que esa empresa asiática no tiene representación en el país.
Justamente, dos funcionarias del ISP –Bárbara Orellana Álvarez y Carolina Sepúlveda Márquez, del sudepartamento de Inspecciones– viajaron a la capital de China, Beijing, para verificar en terreno las denominadas «Buenas Prácticas de Manufactura» (o certificación GMP según el idioma inglés) del Laboratorio Sinovac.
Esta tarea la realizaron del 14 al 18 de diciembre, y las especialistas constataron el proceso de producción, de control de calidad, de almacenamiento y de posterior transporte a Chile de la vacuna.
El laboratorio donde son hechas las inmunizaciones dispone de seis edificios, con una superficie superior a los cien mil metros cuadrados, en los que 700 funcionarios trabajan las 24 horas del día para elaborar el producto farmacéutico contra el covid-19.
El director (s) del ISP, Heriberto García, manifestó que «los resultados de esta inspección son satisfactorios, y nos permiten como autoridad sanitaria continuar con los siguientes pasos del proceso de evaluación».
Lo que sigue es que el ISP fije una reunión con su Comité de Expertos para evaluar y aprobar el uso de la vacuna, tal como lo hicieron con la de Pfizer-BioNTech.
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Cabe recordar que en base a un acuerdo firmado en junio entre la Universidad Católica y Sinovac, el 27 de noviembre comenzó un ensayo clínico en Chile, que sigue su desarrollo tal como pasa con otros ensayos en Brasil, Indonesia y Turquía.
Mientras ello avanza, y de acuerdo a los dichos presidenciales, la vacuna china de Sinovac tendría que ser la segunda en uso en Chile, con una entrega de 10 millones de dosis negociadas hace meses.
«Muchos creen que los productos de China no son buenos, pero al contrario de lo que sucede con un teléfono celular o un juguete, una vacuna o un remedio chino tiene que pasar por el filtro del Departamento Agencia Nacional de Medicamentos, Anamed, dependiente del ISP, que tiene una clasificación 4, tal como las agencias regulatorias FDA, de Estados Unidos, y EMA, de la Unión Europea, aunque hay que guardar las propociones», señaló Jorge Cienfuegos, profesor de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello.
El químico farmacéutico recordó que «hay una verdadera competencia entre los fabricantes de vacunas, y lo que uno esperaría es que todas sean medidas con la misma vara y protocolos. Y no hay que olvidar que como todas, la de Sinovac puede tener efectos secundarios».
Jorge Cienfuegos apuntó además a la dependencia del ISP.
«La FDA, la EMA y la Anvisa de Brasil son autónomas, pero el ISP depende del Ministerio de Salud, y en defiintiva también de la Presidencia del país. Así es que más que tener miedo por la calidad de la vacuna de Sinovac, me preocuparía porque se le da el sí al principal socio comercial de Chile con un gran convenio que involucra a 10 millones de dosis (cuatro llegarían en enero, tres en febrero y las otras tres en marzo). Al ISP lo invitaron a verificar a China, por lo que le mostraron lo bonito, así es que ojalá que los filtros sean los óptimos».
Por su parte, Pablo González, académico de la Universidad Católica e investigador del Instituto Milenio de Inmunología, y quien trabaja en Chile con los ensayos de la vacuna Sinovac, precisó que «acá y a nivel mundial se ve positivo el panorama con las vacunas, pues están mostrando alta eficacia, algo que hace cinco meses no era seguro. Es muy bueno que existan varias alternativas para que los países accedan a ellas de forma oportuna y en cantidades suficientes . Y en Chile estamos muy bien preparados gracias a los acuerdos firmados con antelación».
Respecto de las carcaterísticas de la inmunización de Sinovac, explicó que «su formulación se basa en el virus inactivado, una metodología tradicional que se ha usado durante décadas, como con la influenza y la poliomelitis. Y no requiere de almacenamiento a bajas temperaturas como la de Pfizer-BioNTech, a -70º celsius. La de Sinovac se conserva en un refrigerador normal, entre 2º a 8º».
Pablo González no quiso dar una fecha concreta de cuándo esta vacuna china estará en nuestro país, más allá de lo señalado por el Presidente Sebastián Piñera.
«Esperamos que sea pronto. Hay estudios clínicos con ella en Chile, Brasil, Indonesia y Turquía, y se debe juntar todos los datos para depurarlos y tener información robusta. Gracias a esta colaboración internacional se pudo asegurar que Chile contará con un número significativo de dosis de esta vacuna del laboratorio Sinovac».