Este lunes 11 de enero vence el plazo para el patrocinio a las candidaturas independientes para la Convención Constitucional. Un proceso que se inició a comienzos de diciembre y que, por las fiestas y la pandemia, se ha vuelto muy complejo.
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Así lo señalan candidatos independientes y coordinadores de las candidaturas. Rodrigo Jordán, encargado de Independientes No Neutrales, acusa que “la culpa de esto no es del Servel, sino de los congresistas, especialmente el Senado”. Según Jordán, “sacaron la ley que permitía las firmas digitales y bajaba la cantidad de estas extremadamente tarde”.
Sobre este punto, Jordán añade que “con dos fiestas entre medio, Navidad y Año Nuevo, el escenario ha sido complejo. Si hubiésemos tenido al menos dos meses, todas las listas de independientes estarían completas y tendríamos varias”.
¿Quién es quién?
Una visión similar tiene Ana María Gazmuri, dirigenta de la Comunidad por la Dignidad y directora ejecutiva de la Fundación Daya. Y apunta al acceso a la infomación. “Al ingresar al Servel te enfrentas con una lista de nombres. No saber ‘quién es quién’ es una de las dificultades que enfrentan los candidatos del mundo independiente”, acusa. Para Gazmuri, “aquí se juntaron varias cosas” y señala que más allá de la falta de tiempo, la situación de la pandemia, el tener menos de un mes de plazo y no tener las reglas claras generó “una cancha bastante dispareja”.
2.020 precandidatos generales ya se habían inscrito en el Servel hasta este lunes 4 de enero.
Sobre el punto de las reglas, Gazmuri acusa la falta de una campaña educativa. “No ha existido la suficiente divulgación de los órganos que corresponden para que las personas entiendan el proceso y la fase en la que estamos”, acusa.
Siempre ha sido así
Daniel Ibáñez, presidente de la Fundación Participa, considera que el problema es más de fondo y viene desde antes.
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“Nuestro sistema electoral está hecho para que no participen los independientes”, apunta. “En este caso se debería haber garantizado la participación más amplia para ellos”, reclama. Para Ibáñez, el problema de tiempo no es solo para la inscripción. Si no que también lo será para las campañas propiamente tales.
“Febrero es un mes muerto, los chilenos se desaparecen en vacaciones. No tener contenido es grave, si consideramos que ellos escribirán una Constitución que regirá para nuestros hijos”, cerró.