Twitter suspendió ayer de manera permanente la cuenta del presidente Donald Trump debido al riesgo de “más incitación a la violencia” tras la letal insurrección en el Capitolio federal el miércoles.
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Desde hace tiempo Twitter le ha dado a Trump y a otros líderes mundiales amplias excepciones a sus normas, las cuales prohíben los ataques personales, el discurso de odio y otros comportamientos. Pero en una explicación publicada en su blog el viernes, la compañía indicó que los recientes tuits de Trump equivalen a una glorificación de la violencia cuando se leen en el contexto de los disturbios en el Capitolio y los planes que circulan en línea para futuras protestas armadas en torno a la juramentación del presidente electo Joe Biden.
La red social ha estado bajo creciente presión para que tome medidas más enérgicas contra Trump tras los hechos de violencia del miércoles. El jueves, Facebook suspendió la cuenta de Trump hasta el 20 de enero y posiblemente por tiempo indefinido. En un principio Twitter suspendió la cuenta del mandatario durante 12 horas después que éste publicó un video en el que repetía acusaciones falsas sobre un fraude electoral y elogiaba a los agitadores que allanaron el Congreso.
La cuenta de Trump en Twitter había funcionado como una mezcla de anuncios de políticas, con frecuencia inesperados; quejas sobre los medios de comunicación; menosprecio de las mujeres, las minorías y los que considera son sus enemigos; y elogios para sus partidarios, repletos de signos de admiración, palabras escritas totalmente en mayúsculas y declaraciones de una sola palabra como “¡Triste!”.
El mandatario ha despedido a numerosos funcionarios vía Twitter, y sus publicaciones, al igual que sus discursos en mítines, son un torrente de información falsa.
La Casa Blanca no respondió de momento a una solicitud de comentarios. Twitter no dio acceso a su director general Jack Dorsey y no dio más detalles.
La cuenta oficial del presidente de Estados Unidos, @POTUS, continúa activa. De hecho, Trump, quien emitió un comunicado el viernes por la noche en el que acusó a Twitter de ser enemigo de la libertad de expresión y planteó la idea de que podría desarrollar su propia “plataforma”, también lo publicó en la cuenta @POTUS, de donde fue borrado rápidamente.
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Nuevas amenazas de Trump
«Predije que esto ocurriría. Hemos estado negociando con varios sitios más, y tendremos un gran anuncio pronto, mientras miramos también las posibilidades de construir nuestra propia plataforma en un futuro cercano», añadió.
El mandatario saliente dijo que Twitter «ha ido más y más lejos a la hora de prohibir la libertad de expresión», y lo acusó -conjeturas mediante- de haberse «coordinado con los demócratas y la izquierda radical» para eliminar su cuenta.
«Me han silenciado a mí y a Ustedes, a los 75 millones de grandes patriotas que votaron por mí», subrayó Trump, que también se quejó de las protecciones de las que disfrutan Twitter y otras redes sociales, que les eximen de consecuencias legales por lo que publican terceras partes en sus sitios web.
Twitter dice que utilizar otra cuenta para evadir una suspensión va en contra de sus normas, y que aunque no prohibirá cuentas gubernamentales como @POTUS o @WhiteHouse, “tomará medidas para limitar su uso”.
Shannon McGregor, profesora adjunta de periodismo y medios de comunicación de la Universidad de Carolina del Norte, dijo que la medida le permite a Twitter intentar quedar bien con el gobierno de Biden. A Trump “sólo le quedan dos semanas en el poder, y eso ciertamente facilita retirar al presidente de la plataforma», señaló.
En los tuits de Trump citados por Twitter, el mandatario anunció que no asistirá a la juramentación y se refirió a sus partidarios como “patriotas estadounidenses”, diciendo que tendrán “una voz gigantesca por mucho tiempo en el futuro”. Twitter señaló que esas afirmaciones “probablemente inspirarán a otros a reproducir los actos de violencia que ocurrieron el 6 de enero de 2021, y hay múltiples indicios de que están siendo recibidas y comprendidas como un estímulo para hacerlo”.
Twitter dijo que sus políticas le permiten a los líderes mundiales dirigirse al público, pero señaló que estas cuentas “no están totalmente por encima de nuestras normas” y no pueden utilizar la red social para incitar a la violencia. Trump tenía aproximadamente 89 millones de seguidores.