En medio de un discurso donde insistió en que el proceso constituyente da pie para la reposición de las confianzas, el presidente de la Cámara de Producción y Comercio, Juan Sutil, aseguró que llegó el momento de discutir un ingreso mínimo garantizado.
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De acuerdo con su visión, este debe ser «progresivo» y debería sustituir «otras ayudas del Estado que no siempre llegan a las personas y logran la debida efectividad».
«Las personas quieren un piso desde el cual puedan desplegarse, aunque eso implique una mayor responsabilidad», argumentó Sutil, en medio de la inauguración del Encuentro Nacional de la Empresa, Enade.
Para alcanzar aquello, complementó, «es clave la educación; una educación de calidad para todos. Las personas quieren ser parte del proyecto educativo de sus hijos y poder acceder a él es un horizonte esperanzador, que entrega oportunidades y permite la construcción de una sociedad que convive con respeto, colaboración e integración», agrega.
Sutil y proceso constitucional
En la instancia, además, Sutil recalcó que «dividirnos entre buenos y malos, grandes y chicos, poderosos y débiles, privados versus Estado, nos hace daño, nos empobrece, y no nos permite avanzar con la urgencia que requiere la solución de los problemas de las personas”, afirmó.
Así, de cara al proceso de elaboración de una nueva Constitución, aseveró que «tenemos la posibilidad de re-diseñar entre todos el Estado que necesitamos, co-construir la buena política al servicio de las personas, re-vivir un nuevo trato -un buen trato- que tanto nos hace falta. Porque no nos equivoquemos: la gran mayoría de los chilenos creemos que es importante llegar a acuerdos en los grandes temas del país, creemos que hay que escuchar las distintas opiniones y creemos que la diversidad de puntos de vista enriquece el diálogo».
Y es que como comentó, el Estado «no está apañando adecuadamente. Con la nueva Constitución, tendremos la oportunidad de calzar nuestro sistema electoral con nuestro sistema político, y evitar el fraccionamiento para mejorar la gobernabilidad del país y que los gobiernos puedan desempeñar su programa comprometido, por el cual fueron electos».
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«Chile necesita un Estado probo, transparente, eficiente y de buen trato, que esté al servicio de los ciudadanos. Un Estado que garantice la libertad de las personas, incentive el emprendimiento y dé amplio espacio a la creatividad. Pero que también proteja y dé garantías a quienes lo necesitan, porque no pueden salir adelante solos. No es posible que los chilenos aún no puedan acceder a pensiones dignas considerando que en este problema tan sensible, la urgencia y el diagnóstico son compartidos por todos», añade.
Y las empresas…
En cuanto al rol de las empresas, mencionó que «deben ofrecer a sus trabajadores, clientes y consumidores un buen trato, con total apego a los principios, los valores y la ley. Dejemos definitivamente en el pasado los graves y condenables delitos de colusión o cohecho que tanto han menoscabado la confianza. Y también llamo a poner fin al micro abuso, que se da a veces en la interacción cotidiana de ciertas empresas con las personas que son víctimas de la inequidad del poder. Los líderes empresariales, los directores y los altos ejecutivos debemos involucrarnos más en el día a día de la relación de la empresa con la sociedad y hacernos responsables de que esas relaciones sean humanas, justas y transparentes».
«La modernización de las leyes contra los delitos económicos va en el camino correcto y lo celebro. Más multas, penas de cárcel y autorregulación han ayudado. Estamos hoy en un Chile con menos abusos y más transparencia, pero no nos deja satisfechos. Debemos subir la vara ética en las empresas», aseguró.