Aunque ayer fueron informados 3.394 casos nuevos de coronavirus -tercer día seguido con menos de cuatro mil tras las subidas sobre esa cifra que hubo del 8 al 10 de enero-, es innegable que los enfermos van al alza en el país.
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Y eso ha llevado a diversos actores a solicitar la limitación o derechamente el fin de los permisos de vacaciones que rigen desde el 4 de enero al 31 de marzo y que son gestionados a través de la Comisaría Virtual. Es que seguir moviéndose incide en la difusión del virus.
«Nosotros no habríamos otorgado los permisos, por eso creemos que el Gobierno debe reevaluar esta medida, que debió venir con compensaciones para limitar los aforos y con recursos para las regiones que reciben a los viajeros. Si en febrero se superan los seis mil casos diarios, yo no daría más permisos», dijo la presidenta del Colegio Médico, Colmed, Izkia Siches.
«Este permiso es absurdo. No hay razones médicas ni epidemiológicas para darlo, estando a punto de sufrir una situación peor que la de antes. Son inaceptables la laxitud y la permisividad basadas en razones políticas y económicas. Llamo al Gobierno a terminar con todo tipo de excepciones», agregó el diputado del Partido Socialista, integrante de la Comisión de Salud de la Cámara Baja y expresidente del Colmed, Juan Luis Castro.
Su colega en dicha Comisión, el parlamentario de Renovación Nacional Jorge Durán, precisó que «hay que detener este permiso ya y declarar cuarentena total en la Región Metropolitana. No es posible permitir vacaciones mientras suben los contagios. Al descansar la gente se relaja, como hemos visto. Además, los centros de salud de muchos sitios no están preparados y los controles son muy precarios».
La doctora Cecilia Luengo, vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, Sochimi, declaró que «el permiso tiene que ser reevaluado en términos de que debe ser perfectible. Hay que asumir que quizá ahora descansar no es igual a viajar, aunque se entiende que a algunos les cuesta entenderlo».
Y el alcalde de La Granja, Felipe Delpin, también presidente de la Comisión de Salud de la Asociación Chilena de Municipalidades, AChM, indicó que «acá se optó por lo económico antes que por lo sanitario. Y aunque se puede entender ello, primero están la salud y la vida de la gente. El Gobierno eligió al mercado, pero antes hay que proteger a las personas pues el virus no se ha ido de vacaciones. Con el dolor que ello implica, era mejor asumir un verano sin vacaciones, sin moverse a otras regiones. Luego se levantará al país en lo económico y se volverá a viajar. Esperamos que el Gobierno deje de improvisar, que empiece a planificar y que nos consulte a los alcaldes. Y aunque sea complejo, yo terminaría con los permisos de vacaciones, porque es mejor ponerse rojo de verguenza una sola vez y reconocer que no funcionan».