Auditores federales en Estados Unidos iniciaron una amplia revisión de la forma en la que el FBI, el Pentágono y otras agencias de la ley y el orden respondieron al asalto al Capitolio por una turba de partidarios del presidente Donald Trump, incluso si hubo problemas en el flujo de información y otros preparativos que dejaron el edificio, un símbolo histórico de la democracia, vulnerable a la violencia.
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Las investigaciones, encabezadas por los inspectores generales de los departamentos de Justicia, Seguridad Nacional, Interior y Defensa, conllevan el potencial de críticas fuertes al manejo por parte del gobierno de la irrupción fatal en el Capitolio, en la que partidarios de Trump, algunos armados, abrumaron a la policía y estuvieron en contacto cercano con funcionarios electos.
Las pesquisas abarcarán desde si el FBI compartió adecuadamente información con otras agencias del orden sobre el potencial de violencia hasta cómo el Pentágono se movilizó para la crisis del 6 de enero.
El lanzamiento de múltiples investigaciones simultáneas se produce en momentos en que la atención se centra en los fallos en la preparación, coordinación y respuesta del gobierno, más de una semana después del disturbio.
La policía del Capitolio, por ejemplo, ha dicho que se preparó solamente para una protesta de libertad de expresión ese día, cuando los legisladores se reunieron en el edificio para certificar la victoria del presidente electo Joe Biden sobre Trump, aunque el propio Trump había alentado durante semanas a sus partidarios a acudir a Washington y los llamó ese mismo día en un discurso poco antes del asalto a “pelear como demonios”.
El Pentágono ha dicho que la Policía del Capitolio rechazó una oferta de ayuda días antes del disturbio. Una vez que fue claro ese día que la ayuda sería urgente y necesaria, el Departamento de Defensa tuvo que apresurarse para desplegar una fuerza de apoyo.
Un funcionario del FBI que inicialmente dijo que no había reportes de inteligencia que indicaran la posibilidad de violencia descontrolada admitió más tarde que el buró estaba al tanto de una advertencia en un foro de internet, aunque el funcionario dijo que el mensaje no era atribuible a una persona específica.
En el Departamento de Justicia, la investigación del inspector general examinará si se compartió adecuadamente la información por el departamento con otras agencias, incluso la Policía del Capitolio, sobre la posibilidad de violencia.