Los fiscales de Estados Unidos han afirmado este viernes que la intención de los partidarios del presidente, Donald Trump, que asaltaron el Capitolio durante la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones era «capturar y asesinar» a los legisladores.
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Así lo han hecho en un expediente judicial, recogido por la cadena de televisión CNN, con el que buscaban mantener bajo custodia a Jacob Anthony Chansley, uno de los participantes en el asalto que se dedicó a agrupar a las personas dentro del Capitolio utilizando un megáfono.
Según la información de la Policía del Capitolio, incluida en el expediente, la apariencia de Chansley, conocido como el chamán de QAnon, era «notable» porque vestía un tocado, llevaba pintura facial y cargaba con una lanza que medía dos metros de largo. Disfrazado, Chansley se ha convertido en una de las figuras más icónicas del asalto.
«Fuertes evidencias»
«Fuertes evidencias, incluyendo las propias palabras y acciones de Chansley en el Capitolio, apoyan que la intención de la turba era capturar y asesinar a legisladores», han señalado los fiscales en su escrito.
En rueda de prensa, cuestionado sobre la posibilidad de que haya personas que busquen tomar como rehenes a los legisladores de Estados Unidos o asesinarles, el fiscal general del Distrito de Columbia, Michael Sherwin, ha indicado que las autoridades «no tienen ninguna prueba directa de equipos de búsqueda y asesinato».
Además, Sherwin ha trasladado que los investigadores han abierto 275 casos para encontrar a individuos relacionados con el incidente, ya sea por conductas violentas fuera o dentro del Capitolio. En este sentido, ha agregado que este número podría aumentar fácilmente hasta superar los 300 «pronto».