Les dijeron de todo. Las redes sociales reaccionaron con furia ante la acusación de que Alejandra Valle, Daniel Stingo y Mauricio Jürgensen tenían a los trabajadores de «La Voz de los que Sobran» sin condiciones laborales mínimas.
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La situación se conoció tras la publicación de un comunicado de prensa de periodistas del equipo, quienes renunciaron de manera colectiva ante las precariedades. Ahí indican que trabajaron «durante ocho meses, sin contrato ni pago de cotizaciones». Aseguraron que les consta que la editora pidió la regularización, pero que «se hicieron promesas y se entregaron fechas tentativas (junio, noviembre, diciembre)», pero que nada se concretó.
«El no pago de cotizaciones demuestra el alto nivel de vulnerabilidad en la que se encontraba la editora, los periodistas titulares y colaboradores. Consideramos que esto es una falta grave al ejercicio de la profesión y no podemos seguir normalizado esta figura por falta de oportunidades laborales. La explotación lamentablemente se convirtió en un negocio para los medios de comunicación», indicaron.
En ese mismo sentido, acusaron que no tenían horarios y que terminaron trabajando 24/7, «sin que se respetaran momentos de descanso, ni siquiera los fines de semana».
Considerando aquello, hicieron presente que «en enero el desgaste del equipo se hizo evidente, mientras desde la dirección solo se pedía más visitas y más golpes periodísticos, casi todos los días. Los reportajes eran escritos hasta altas horas de la noche y nos exigían entregar una portada diaria».
«Lamentablemente vimos que, cuando no existen reglas claras respecto a las tareas o carga laboral, se convive con la incertidumbre, así el empleador continuamente agrega funciones y trabajos extras con total impunidad, en este caso bajo el pretexto de sumar la mayor cantidad de visitas posibles o la manida frase ‘colocarse la camiseta por la empresa’. De esta forma se pone en juego no solo la precarización, sino también la calidad final del producto periodístico», afirmaron.
Paladines de la "dignidad" y la "justicia social" Daniel Stingo, Alejandra Valle y Mauricio Jürgensen tenían a sus trabajadores en La Voz de los que Sobran sin contrato, sin cotizaciones, sin horario y sin días de descanso.
Cero sorpresa 🤷🏻♂️ https://t.co/nOkvGLpr3y
— Sebastián RdArellano R. (@SRdArellano) January 26, 2021
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Los descargos del directorio
A través de una declaración pública que subieron a la página del medio, la Comunidad de Los que Sobran reaccionó con sorpresa a la declaración de los experiodistas del medio.
Ahí, hicieron presente: «Respecto del tema de la precarización, prácticas abusivas y cargas laborales exigentes, podemos señalar algunos datos para que exista claridad:
- Los periodistas que más reportajes o crónicas escribían en promedio dos trabajos semanales.
- El programa matinal día tras día anunciaba tanto los reportajes como a los autores de los mismos, invitando a los seguidores a leerlos.
- Se pagó siempre el total de los reportajes y crónicas que se escribieron y no existen deudas con los periodistas, de acuerdo a los pactos convenidos con cada uno de ellos.
- No tenemos lugar físico de trabajo, no solo porque estamos en pandemia y privilegiamos el trabajo desde la propia casa, sino porque no tenemos dinero para financiar una oficina».
La relación laboral
Asimismo, comentaron que «el directorio no ha recibido dinero alguno desde que nació como medio y por el contrario la directora ejecutiva ha puesto plata todos los meses de su propio bolsillo para pagar honorarios y gastos».
«Tenemos conciencia que la labor de los periodistas casi nunca es bien recompensada, pero la figura planteada a los periodistas que comenzaron a colaborar era de prestación de servicios a honorarios, lo que ellos aceptaron. Creemos que el ideal es buscar tener una relación laboral, cuestión que se podría dar cuando las condiciones económicas y de trabajo lo permitieran. Por ahora, esas condiciones no se han dado. El desafío ha sido enorme en medio de la pandemia, donde muchas personas han quedado sin trabajo y se hizo lo posible por mantener al equipo con sueldos acordes al duro mercado que enfrentan los periodistas», sostuvieron.
En el mismo sentido, recalcaron que «no está de más decir que esa situación solo afectaría a dos trabajadores, porque como ellos mismos reconocen en su declaración, son colaboradores que entregan el producto de su labor (crónica o reportaje) y por ello se les paga».