En una sesión que estuvo marcada por interrupciones debido a problemas técnicos, el Ministerio Público formalizó investigación en contra del carabinero Juan González Iturriaga, quien disparó y dio muerte a Francisco Martínez durante un control de identidad en Panguipulli la tarde del viernes 5 de febrero. Esto, como se detalló, por el delito de homicidio simple.
PUBLICIDAD
La razón, según detalló el fiscal regional de Los Ríos, Juan Agustín Meléndez, porque si bien el imputado en primera instancia habría reaccionado a una agresión de la víctima, el joven que realizaba malabares con elementos similares a machetes, este realizó una serie de disparos, siendo el último de ellos, según se especificó, «innecesario», pues la víctima ya estaba desestabilizadla y había comenzado a caer al piso.
El detalle de los seis disparos
El fiscal regional detalló que la víctima fatal, ante la solicitud de su cédula de identidad y posterior orden de trasladarse hasta la comisaría (porque no portaba su identificación), intentó agredir al funcionario con uno de los elementos que utilizaba para su show -que fueron calificados como un armas blancas-, por lo que el funcionario retrocedió y efectuó el primer disparo, al suelo.
Como Martínez no depuso su actuar, según el relato, y continuó con las «armas blancas» amenazante, el carabinero retrocedió alrededor de 18 metros, hasta la calle Martínez de Rozas con Pedro de Valdivia. Ahí, el efectivo le insistió en que bajara los elementos exhibiendo el arma de servicio, pero el joven habría mantenido uno de los «machetes» en alto.
Acto seguido, prosiguió el persecutor, el imputado efectuó dos disparos, uno de los cuales hiere a la víctima en una de sus extremidades inferiores y el segundo impacta en una estructura metálica. En ese momento, la víctima se habría abalanzado contra el efectivo «con un machete en cada una de sus manos», por lo que este retrocedió efectuando el cuarto y quinto disparo, impactando a Martínez en el tercio medio del muslo derecho y en la fosa iliaca derecha, donde mantenía un cuchillo, según informó el Ministerio Público.
Esos disparos causaron que la víctima se desestabilizara y que «comenzara su caída al suelo». Aún así, el carabinero efectuó el sexto y último disparo, que la Fiscalía calificó como innecesario, y que hirió al joven en el tórax.
La víctima, por su parte, sólo alcanzó a impactar con uno de los «machetes», como describió el fiscal, la gorra del carabinero.
PUBLICIDAD
«Este ultimo disparo provoca una herida transfixiante cardiaca por proyectil balístico, que le causa la muerte en el lugar. Tal disparo excede la necesidad racional del medio empleado por el imputado para impedir o repeler la referida agresión», aseveró el persecutor.
Se hizo presente, asimismo, que Francisco presentaba siete lesiones. Cuatro corresponden a orificios de entrada de proyectil balístico y tres de salida.
Producto de los hechos descritos, el Ministerio Público solicitó prisión preventiva para el imputado.