Tras una audiencia que se extendió por más de ocho horas, el Juzgado de Garantía de Panguipulli decretó arresto domiciliario total contra el carabinero imputado por la muerte del malabarista Francisco Martínez.
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En su resolución, y en base a los antecedentes expuestos hasta ahora, el magistrado aseveró que el uso del arma por parte del sargento Juan Gonzalez estaba justificado, dada las características del hecho.
Si bien negó que existiera legítima defensa por parte del funcionario, descartó violencia innecesaria por parte de este y el delito de disparo injustificado, considerando que fue agredido por el malabarista de 27.
Advirtió que salvo el sexto disparo que percutó el efectivo policial, el proceder se ajustó a la norma.
El juez sostuvo que al ser el último tiro el que produjo la muerte del malabarista, en circunstancias en que este iba cayendo al suelo, el oficial «pudo atenerse a la norma solo con evitar el último disparo».
En base a eso y considerando el historial del imputado, adelantó que González, probablemente, podría cumplir una eventual condena en libertad.
Tanto el abogado particular de la familia como el INDH anunciaron que apelarán a la decisión, buscando la prisión preventiva del imputado.