Un extraño objeto espacial desató un debate entre los científicos desde su paso por la Tierra en 2017. Los astrónomos del Observatorio Haleakalā, en Hawái, que lo descubrieron, le dieron el nombre de Oumuamua, que significa «mensajero de lejos que llega primero». Fue observado durante tres días hasta que desapareció y fue clasificado como cometa y luego como asteroide. Sin embargo, recientemente ha surgido una nueva versión que afirma que se trata de un objeto extraterrestre.
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Según los investigadores que lograron estudiar Oumuamua, tenía 400 metros de largo y su superficie era rojiza. Rotaba rápidamente, tenía una trayectoria caótica y su brillo cambiaba bruscamente.
En 2019, la NASA lo clasificó como el primer objeto interestelar conocido que visitó nuestro sistema solar y, desde entonces, los astrónomos han descubierto que Oumuamua varía su brillo en un factor de 10 al girar sobre su eje cada 7,3 horas. Ningún asteroide o cometa conocido en nuestro sistema solar es capaz de hacerlo.
«Es un extraño visitante de un sistema estelar lejano, con una forma que no se parece a nada que hayamos visto en nuestro propio vecindario del sistema solar», declaró Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Las peculiaridades del objeto estelar provocaron la aparición de hipótesis alternativas sobre su origen, siendo una de las más interesantes la planteada por Abraham (Avi) Loeb, astrónomo senior de la Universidad de Harvard, quien sugirió que Oumuamua es tecnología alienígena.
A finales de 2018, Loeb junto con Shmuel Bialy, un investigador postdoctoral en el Centro Smithsoniano de Astrofísica de Harvard, sugirió que Oumuamua podría ser en realidad una vela de luz de extraterrestres. A principios de 2021, Avi Loeb publicó un nuevo libro titulado «Extraterrestre: La primera señal de vida inteligente más allá de la Tierra’, en el que profundiza en el posible origen del objeto estelar, y sugiere que fue un encuentro entre los habitantes de nuestro planeta y algunos otros seres.
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Metro habló con Avi Loeb para saber más.
ENTREVISTA
Avi Loeb
astrónomo senior de la Universidad de Harvard
P: ¿Es Oumuamua un asteroide o un objeto extraterrestre?
– Por sus inusuales propiedades, Oumuamua es un objeto que no es nada que hayamos visto antes. Estoy a favor de un origen tecnológico artificial para él por encima de todos los escenarios de origen natural que se han propuesto hasta ahora.
P: ¿Por qué?
– Por el exceso de empuje que exhibió para alejarse del Sol, a pesar de no mostrar signos de desgasificación cometaria, y por su forma extrema.
P: ¿Es posible seguir estudiando Oumuamua?
– Lo mejor es buscar más objetos del mismo tipo. Deberíamos poder encontrar muchos más en los próximos años. Oumuamua está ahora demasiado lejos para que lo alcancemos y, además, es un millón de veces más débil de lo que era cerca del Sol.
P: Usted afirma que Oumuamua podría ser la primera señal de vida inteligente más allá de la Tierra. ¿Cree que la humanidad está preparada para un encuentro con extraterrestres?
– No. Basándome en la respuesta de mis colegas del mundo académico, aún no estamos preparados. Pero si ocurre, aprenderemos de sus tecnologías avanzadas o de sus errores (en caso de que ya hayan muerto como resultado de una guerra no convencional o de un cambio climático autoinfligido).
Cuatro aspectos que ponen en duda el origen de Oumuamua
Variación de la velocidad
En el momento de su descubrimiento, viajaba a una velocidad de 87,3 kilómetros por segundo. Sin embargo, tiempo después se descubrió que se aceleraba ligeramente. Eso hizo que Oumuamua fuera clasificado como cometa y luego como asteroide.
Diferente relación de aspecto
El objeto mide hasta 400 metros de largo y es muy alargado, quizás 10 veces más largo que ancho. Esta relación de aspecto es mayor que la de cualquier asteroide o cometa observado en nuestro sistema solar hasta la fecha. Los objetos más alargados que hemos visto hasta la fecha no son más de tres veces más largos que anchos.
Variación de la iluminación
Los astrónomos del Instituto de Astronomía de Hawai descubrieron que Oumuamua varía su brillo en un factor de 10 al girar sobre su eje cada 7,3 horas. Ningún asteroide o cometa conocido en nuestro sistema solar varía tanto su brillo.
Exceso de empuje
Medio año después del paso de Oumuamua se informó de que había un exceso de empuje además de la fuerza de gravedad que actuaba sobre él desde el Sol. Mostró una fuerza adicional. Normalmente, esa fuerza proviene del efecto cohete de la cola del cometa,, pero no había cola cometaria.