Nada se guardó Walter Montillo en su despedida del fútbol profesional con la camiseta de Universidad de Chile a los 36 años.
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«Tras vencer a Unión Española había dicho que me quería ir en paz, dejando el equipo en tercer lugar. Era irme con creces, en la forma que quería. Hay emociones encontradas… Física y futbolísticamente me siento bien, pero es una decisión ya tomada hace mucho tiempo», dijo a TNT Sports Chile el volante argentino que hace un año regresó a la «U».
«La vida sigue y tengo algunas proyectos. Quizás fue prematuro (el retiuro). Pero me costó tanto venir acá. No tenía ganas de seguir mendigando para continuar jugando. Tampoco quería ponerme otra camiseta. Aguanté cosas estos meses, muchas cosas: que quería echar al técnico, que no quería jugar. Pero lo único que traté de hacer fue ayudar, y por eso me voy en paz. Ya me había cansado de mendigar».
«A medida que pasen los días iremos revelando cosas que se dijeron. Pero insisto en que ya me había cansado de mendigar el poder estar con esta camiseta… Ojalá el club haya tenido tiempo suficiente para contratar otro jugador, o que otro chico del club pueda asumir ese rol de armador que a la gente que sigue a la «U» le gusta mucho. Que encuentren a alguien que quiera vestir esta camiseta tan linda».
Y la «Ardilla» espera una despedida con público tras la pandemia de coronavirus.
«Llegué acá con un nombre no tan pesado como el de ahora. Ha sido muy importante que todos hayan confiado en mí, sobre todo mis compañeros. Creo que la «U» es el equipo donde más amigos hice, y me voy con eso. Ojalá pueda venir cuando se normalice todo y hacer un partido para disfrutar con la gente. De esta manera es feo, y espero que los hinchas sigan entusiasmados cuando se pueda volver a la cancha. Yo quiero hacerlo, porque las redes sociales son un poco frías».
Y para rematar, Montillo disparó al club.
«La decisión (del retiro) está tomada. Para quedarte en un club, todos tienen que quererte. A veces tuve partidos malos, a los ’10’ se le exige más, pero es como que en todo momento tienes que demostrar y yo ya no debería estar demostrando a la gente que trabaja en el club. Vine en silencio, ayudé y me voy. Andar mendigando no es mi estilo, y le pido disculpa a la gente que pensó que me podía quedar».