Catalina Batarce L.
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En exactamente un mes más, el 22 de marzo, se cumplirá un año desde que el Presidente Sebastián Piñera estableció el toque de queda a nivel nacional como medida para frenar el covid-19.
En ese momento el anuncio lo hizo el otrora ministro de Salud, Jaime Mañalich, aseverando que personas positivas para el virus no estaban cumpliendo la cuarentena que les correspondía, puesto que no se había alcanzando el entendimiento ni la educación que requería la gravedad del asunto.
Ahí, el Ejecutivo estaba cuadrado en su totalidad detrás la medida. Pero ahora, transcurridos 11 meses, con el desgaste que la norma implica, con casi tres millones de chilenos vacunados y ante la difícil tarea de la reactivación económica, las peticiones de flexibilizar el toque van tomando fuerza.
De acuerdo con fuentes de Palacio, ya son varios los ministros de Estado que han solicitado que, a lo menos, el horario se acorte, y que en lugar de partir a las 22 horas, como es ahora, se inicie a la medianoche.
Quienes comparten esa opción, como revelan en privado, dan cuenta de que serviría para que miles de pubs y restaurantes puedan recuperarse, y también para que la ciudadanía tenga un grado mayor de libertad. Considerando que esto genera resistencia, proponen que la flexibilización se haga de acuerdo a la etapa en que se encuentre cada comuna según el plan Paso a Paso. De esta forma, comunas en Preparación (fase 3) o superior, podrían tener un toque de queda más acotado.
Pese a que esa opción ha tomado cuerpo, hay un sector que se niega. Varios secretarios de Estado estiman que la restricción horaria debe permanecer como está, esperando que el plan de vacunación esté más avanzado. Como explicaron quienes sostienen esta posición, si se acorta el horario del toque de queda, quienes más “aprovecharían de salir” serían los segmentos más jóvenes, los menores de 50 años, o sea los que aún no han sido vacunados. Y eso se ve como un riesgo.
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En medio del debate, el Colegio Médico dice que el toque de queda sirve más como una “señal” que otra cosa, pues a la fecha, según aseveró José Miguel Bernucci a este medio, no hay evidencia empírica de que el que sea más extendido haga disminuir los contagios.
A juicio del secretario nacicomal del Colmed, en fase 4 y 5 del Paso a Paso, el toque debería durar menos horas. “Debería aplicarse de acuerdo a la realidad epidemiológica local. A medida que las comunas van avanzando, el toque debería ir relajándose, y endurecerse si la situación empeora”, manifestó.
Pero como siempre, quien tendrá la última palabra será el Presidente Piñera, quien retoma sus labores en la capital hoy. Se espera que durante la semana la medida sea reevaluada. Es más: si la decisión es mantener el toque, y por consiguiente el Estado de Catástrofe, necesitará el apoyo del Congreso. Transcurrido un año, debe pedir autorización al Parlamento.
