«Prófugo». «Ermitaño». «Loco». Así describió Estefanía Gutiérrez al «loco Memo», el sujeto que habría tomado una fotografía del lugar donde desapareció Tomás, a sólo minutos de que eso ocurriera. Si bien dijo que ni ella ni su familia tenían algún grado de relación con él, según comentó, en la zona es conocido y ella, cuando era más chica, se lo topaba «en el bus».
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El hombre, a pesar de tener un abultado prontuario policial, hasta hace dos días no era un foco de interés, pero su presunta implicancia en la desaparición del menor de tres años, tornó todas las miradas sobre él, aunque de su identidad no se ha dicho mucho.
¿Quién es el «loco Memo? Se trata de un hombre de 37 años, de iniciales H.G.S.A. Nació el 16 de noviembre de 1983, aunque su inscripción fue varios años después, en 1990 en Llico, a unos 32 kilómetros de Arauco, Región del Biobío.
Es soltero y aunque no tiene antecedentes penales ni registra órdenes judiciales pendientes, de acuerdo con datos oficiales aportados por fuentes del caso a este medio, tiene en su historial varias detenciones por delitos que son considerados más bien menores.
Las detenciones del «loco Memo»
- Julio 2009: Detenido por daños simples.
- Marzo 2011: Detenido por amenazas simples contra personas y propiedades.
- Abril 2011: Detenido por robo en lugar habitado o destinado a la habitación.
- Abril 2011: Detenido por robo en lugar no habitado.
- Marzo 2013: Detenido por daños simples.
- Enero 2015: Detenido por hurto simple por un valor de media a menos de 4 UTM.
- Enero 2015: Detenido por daños simples.
El prontuario en redes
Más allá de dichos antecedentes, los vecinos del sector donde este hombre de 37 años vive hace años, han expresado varias quejas en su contra. Y de hecho, vienen desde antes de que se conociera del caso del pequeño Tomás Bravo.
Es más, hay un perfil en redes sociales que está exclusivamente dedicado a «funarlo». Ahí, se le acusa de delitos que, de comprobarse, ciertamente serían más graves que los que habría cometido para que lo aprehendieron en siete oportunidades.
Ahí se señala que en la zona de Yani Alto, habría: robado a sus vecinos, referido acusaciones falsas, acosado a una vecina, dañado una escuela, la posta e incendiado pastizales secos. Todo, como se señala ahí, por «venganza».
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Debido a que lo habrían acusado de acosar a un menor, se indica en el sitio, quemó «la casa de su ya fallecida madre, culpando a personas inocentes y publicando sus nombres y apellidos. Un hecho totalmente falso, ya que fue él mismo quien lo hizo para culpar a las demás personas».
Se asegura, asimismo, que requiere de tratamiento psicológico y fármacos, pero que no retira sus medicamentos en la posta.