Una audiencia impactante es la que se registra durante esta mañana, luego de que la Fiscalía presentara la prueba contundente que ayer Marcela Cartagena comprometió, en contra de Jorge Escobar Escobar, por la muerte de Tomás Bravo.
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Un examen odontológico, maxilofacial, que arrojó que el pequeño de tres años tenía material genético en su boca, por lo que se presume por parte del Ministerio Público, que fue víctima de abuso sexual.
De esta forma, la Fiscalía espera que el tribunal revierta el rechazo de la prisión preventiva, hecho acontecido en la audiencia de formalización el pasado martes.
La prueba de la Fiscalía
La fiscal regional del Bío Bío, Marcela Cartagena, indicó que este «examen maxilofacial, nos fue entregado ayer pasado el mediodía, y como cuestión previa debo decir que este antecedente es conocido por todos los intervinientes, ya que a las 17 horas de ayer en una reunión muy breve se les citó y comunico exactamente lo mismo que estoy comunicando al Tribunal en este momento».
A pesar de que la audiencia ha sido suspendida en momentos en que se revelan fotografías del menor y detalles del abuso sexual del cual habría sido objeto por parte de su tío abuelo, el fiscal adjunto Jose Ortiz, mencionó el hecho.
«El menor tiene signos de hipoxia, por la introducción de algún elemento contundente elástico en la cavidad bucal, hoy ya sabemos cuál es el elemento contundente introducido en la boca del menor, claramente estamos en un hecho punible», precisó el persecutor.
De esta forma, reforzó la idea de que la teoría del secuestro que ha mencionado la familia de forma persistente, no a lugar. «Si alguien hubiese intentado llevarse a Tomás, el niño hubiese gritado, era un niño gritón, lógico presumir que Tomás se trasladó porque había confianza, una relación cercana con esta persona», indicó.
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Por otro lado, Ortiz insistió en su hipótesis respecto a que el imputado coordinó las declaraciones de la familia, tal como sostuvo una tía de Tomás.