Hace poco, el Ministerio de Salud emitió un decreto para que el sistema unificado de atención de la pandemia de covid-19 (integrado por los sectores público y privado de salud y manejado por la autoridad sanitaria) aumentara su capacidad de camas críticas debido al alza en el número de contagios de la enfernedad que azota al mundo.
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De hecho, el informe de este martes 9 de marzo dio cuenta de 1.839 personas en la UCI por culpa del coronavirus, de las cuales mil 600 estaban con apoyo de ventilación mecánica. Y quedaban 188 camas críticas disponibles.
El miércoles de la semana anterior, justo cuando se cumplió un año de la detección del primer caso en el país, el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, dijo que ese día el sistema de las camas críticas funcionaba “al 75%, y solicitamos que el 8 de marzo llegue al 85%, el lunes siguiente al 95% y el 22 de marzo al 100%”.
El problema es que este martes habían -como lo recalcó el analista de datos del Centro de Nanotecnología Aplicada de la Universidad Mayor, Rafael González-, “2.768 camas UCI ocupadas, 1.839 de ellas producto de la pandemia, es decir, el 66,4%. El resumen indica un 93,6% de ocupación. Es una cifra muy similar al 27 de junio de 2020, cuando se llegó a 2.773, con 2.129 por coronavirus».
Y agregó que «el récord fue el 3 de julio, con 2.856, este martes solo hubo 78 camas menos que ese día 3 de julio, y en los anteriores cuatro días hubo un aumento de 85 camas”.
