Siguen las repercusiones por lo decidido el miércoles por el Consejo de Monumentos Nacionales sobre la estatua del General Manuel Baquedano: retirarla “temporalmente” para restaurarla “en el menor tiempo posible”.
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Esa obra del escultor nacional Virginio Arias fue colocada en 1928 en su ubicación en la “Plaza Baquedano-Italia-de la Dignidad” (según su gusto), y desde hace mucho tiempo el lugar era foco de festejos (principalmente deportivos), de inicios de manifestaciones y marchas, y -desde el comienzo del “estallido social” en octubre de 2019- eje de las protestas, que transformaron al monumento en el objetivo de diversos ataques.
La discusión ha ido pasando a propuestas sobre qué hacer con ese espacio ciudadano tras la determinación del Consejo de Monumentos Nacionales, un organismo técnico y autónomo.
“Quiero decir en forma clara y catégorica que como Gobierno vamos a reponer la estatua del General Baquedano en la plaza, como un reconocimiento al tremendo aporte que hizo para ganar la Guerra del Pacífico”, señaló ayer el Presidente Sebastián Piñera, lo que denota el deseo oficial de mantener igual el lugar.
En el mismo sentido declaró el senador exRN Juan Castro, miembro de la Comisión de Vivienda y Urbanismo de la Cámara Alta.
“No me parece correcto cambiar de ubicación ese monumento, pues esa clase de obras son históricas y deben ser respetadas. Los que vivimos en este país debemos cuidar estos símbolos, pues la historia no se borra, se mantiene”.
Y el historiador y profesor universitario Cristóbal García-Huidobro agregó que “creo que la estatua debe volver a su lugar. Aunque es verdad que los monumentos se resignifican, aquí parece que hay un tira y afloja de carácter político”.
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OPCIONES DE CAMBIO
El arquitecto y urbanista Iván Poduje propuso “transformar el espacio en un lugar que dé cuenta de su carácter de convocatoria, pero no solo por el “estallido social”. Yo retomaría el proyecto del eje Providencia-Alameda que eliminaba la rotonda y desplazaba la estatua al borde del río Mapocho, para unir los brazos separados de la calle y así crear un espacio que una los parques cercanos”.
El decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanisno de la Universidad de Chile, Manuel Amaya, ve esta situación “como una oportunidad para no quedarnos como si nada ha ocurrido, por lo que ese lugar no debe seguir como lo conocemos hasta ahora. Por lo tanto, la estatua de Baquedano no debe volver a esa ubicación. Yo potenciaría esa zona, que es muy rica en lo cultural, educativo, turístico y patrimonial. Eso requiere de un acuerdo político y tambien considerar a la ciudadanía”.
Y el sociólogo Víctor Acuña, de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, puntualizó que “pensaría en ese lugar como un espacio de refundación, y una estatua difícilmente permita esa convergencia, por lo que ahí no debería ser ubicada ninguna obra de ese estilo”.
LARGO TRABAJO DE RESTAURACIÓN
Este viernes a las 5am comenzaba el retiro de su base la escultura del General Manuel Baquedano. Y aunque no es común este hecho, debido a actos vandálicos se hizo lo mismo con la estatua de Diego de Almagro en el parque del mismo nombre.
El Consejo de Monumentos Nacionales deriva las grandes labores de reparación a especialistas externos, pues el Centro Nacional de Conservación y Restauración no da abasto para una misión tan compleja, que podría durar un año. Ello se calcula en base a los ocho meses que tardó en 2018 el arreglo de la obra “Unidos en la gloria y en la muerte” de Rebeca Matte, dañada ese mismo año por un camión de la Fórmula-E.