Desde que el diputado Raúl Florcita Alarcón Rojas, más conocido como Florcita Motuda, asumió en el cargo, varios de su pares prefirieron tomar distancia. A muchos de ellos no les parecía la forma en que se expresa o vestía, pero ahora, tras las denuncias en su contra por abuso sexual, el panorama se radicalizó.
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Y aún más luego de que la jornada de ayer miércoles se hiciera parte de una sesión telemática que se convocó de manera especial a fin de analizar las cifras de violencia contra la mujer.
De manera prácticamente transversal, diputadas reprocharon su presencia, asegurando que se trata de una burla, que no hace más que perpetuar la «impunidad» que existiría en territorio nacional frente a hechos que afectas a mujeres.
«El mismo día en que el general director de Carabineros nos dice que seguirán llegando tarde a atender denuncias por violencia intrafamiliar, el diputado Florcita Alarcón decide mostrarse en la sesión especial de la Cámara que abordó la violencia contra las mujeres. Estos dos hechos se resumen en una sola palabra: IMPUNIDAD. Porque aunque denunciemos, nuestros agresores siguen libres. Aunque demos la cara les denunciar graves abusos, nuestro agresor podrá seguir siendo diputado, porque nuestra legislación no contempla la suspensión o pérdida del cargo cuando se impute cargos por violencia intrafamiliar o sexual»sostuvo indignada la presidenta de la Comisión Mujeres, Maite Orsini.
En el mismo tono, Marcela Sandoval (RD) indicó: «No se entiende que un presunto agresor de mujeres haya estado presente en la sesión especial. Si bien el Congreso adoptó medidas disciplinarias son absolutamente insuficientes por la magnitud de la denuncia. Por eso es esperable que se regulen con mayor firmeza este tipo de situaciones que sólo generan más desconfianza del poder político».
Asimismo, la representante de Comunes, Camila Rojas indicó que «la impotencia con la que una se queda luego de la sesión es tremenda. Primero porque el general director de Carabineros dijo textual que su institución no tiene capacidad para atender los casos de violencia de género. Además, la presencia de un diputado investigado por violación corona esta pésima escena de desprotección de las mujeres víctimas de violencia -y de impunidad de los agresores».
Acciones a seguir
A propósito del caso de «Florcita Motuda», todas coincidieron en que «quienes estén siendo investigados por la justicia ante una denuncia de este carácter, deberían quedar suspendidos de la labor parlamentaria».
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De igual forma, Catalina Valenzuela, presidenta de la Partido Humanista, tienda a la que pertenecía Alarcón antes de que se conocieran las denuncias en su contra, manifestó que se tienen que avanzar en fórmulas de remoción de autoridades por hechos como los que se le acusa.
«Hay una necesidad profunda de avanzar en los mandatos revocatorios y en la posibilidad efectiva de remover de sus cargos a quienes estén siendo procesados o, en su defecto, hayan demostrado no cumplimiento respecto de sus labores o compromisos de campañas. Eso es un paso fundamental hacia la transparencia y obviamente hacia la cercanía a una sociedad que cree menos en sus autoridades», expuso.