Esta jornada Interferencia dio cuenta de nuevos antecedentes que dan cuenta de cómo operaba la «red espía» que funcionaba en el Instituto Nacional Barros Arana (INBA), a fin de que profesores y directivos dieran cuenta de datos que sirvieran para expulsar o detener alumnos del establecimientos.
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La información surge luego de que hace dos semanas, el mencionado medio sacar a la luz la existencia de dicha «red». Se trataba de un grupo de Whatsapp, compuesto por carabineros, directivos y profesores, y que supuestamente no habría sido informado al alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, de acuerdo a lo que el expuso en medio del último concejo municipal.
Interferencia accedió a más de 600 pantallazos del grupo «INBA-CC» -los cuales fueron entregados como antecedentes por la concejala Irací Hassler (PC) a la Contraloría y la Defensoría de la Niñez- donde se da cuenta de diversas situaciones complejas empujadas por el edil (aunque el lo niega).
Entre los pantallazos, se evidencia cómo la actual rectora subrogante del internado, Ana María Gajardo, individualiza a un estudiante menor de edad detenido por Carabineros.
Ante los nuevos antecedentes, el mencionado medio contactó tanto a Gajardo como a Alessandri sin obtener respuestas.
En medio de las interacciones reveladas, se lee cómo oficiales de carabineros conminaban a la dirección del INBA para saber en qué se encontraban procesos de aplicación de Aula Segura para estudiantes detenidos por ellos; la publicación por parte de funcionarios municipales de datos sensibles de estudiantes, los cuales eran obtenidos mediante detenciones por Carabineros; y la presión de la Municipalidad a la dirección del establecimiento por iniciar “debidos procesos” a alumnos, entre otros.