Este jueves el Gobierno anunció la adopción de medidas más «estrictas» para quienes provengan desde el extranjero, independientemente de su nacionalidad. Si embargo, ha estado sobre la mesa la idea de que se decrete un cierre de fronteras, dado el nivel que han alcanzado los nuevos contagios y producto de alta circulación de las nuevas cepas.
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Pero aunque esa opción ha sido evaluada, como dijo hace unos días el ministro de Salud, Enrique Paris, se ha preferido no tomarla. En su lugar, se ha optado por definir que quienes vengan desde el extranjero deberán pasar por un hotel de tránsito cinco días (lo que comenzará a regir el 31 de marzo).
¿La razón? Aunque la determinación ha suscitado una serie de cuestionamientos, esta jornada el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, aseveró que «los países democráticos no pueden impedir el ingreso de sus compatriotas y de sus ciudadanos a los países».
«Sabemos, además, que hay algunos viajes que son con extrema importancia. Ello implica entonces que se toman ciertas restricciones como las que hoy tenemos. Por ejemplo, que el único lugar habilitado para entrar es el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, donde todos deben concurrir con un PCR negativo», complementó el secretario de Estado.
Junto con ello, de todas formas, las autoridades hicieron un llamado a evitar viajar al extranjero, aludiendo a que no es el momento para el turismo.