El jueves en la noche una turba de pobladores de la localidad boliviana de Desaguadero, en la Región de Puno, en el límite con Perú, reaccionó con máxima violencia ante una banda de delincuentes que se dedicaba a robar smartphones en las calles centrales del pueblo.
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Ya cansados de los constantes robos en la zona centro de la localidad, pobladores se organizaron para reaccionar en grupo en caso de nuevos robos, perpetrados por una banda compuesta por extranjeros.
En la tarde del jueves, tres delincuentes atacaron a una joven y le robaron su teléfono celular. Rápidamente, una decena de personas salió en persecución de los atacantes y capturaron a uno, al que amarraron a un poste. Se trataba de un ciudadano venezolano, que fue golpeado hasta que confesó dónde se encontraban sus otros dos compañeros.
Baleo
La turba se dirigió al escondite donde los otros integrantes de la banda abrió fuego con pistolas en contra de los pobladores, dejando heridos a tres personas.
La gente aun más enardecida, volvió donde el delincuente que había capturado y amarrado a un poste, y lo golpearon hasta la muerte.
La policía encontró al cadáver con las manos amarradas y los ojos vendados. Ahora se abrió una investigación por los hechos que impactaron a la localidad boliviana limítrofe con Perú.