Con sorpresa fue recibido el fallo de la Corte Suprema que acogió, ad portas de la Semana Santa, un recurso de protección en contra del ministro de Salud, Enrique Paris, por impedir la participación presencial en cultos religiosos debido a la pandemia.
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La Tercera Sala, en fallo unánime, revocó una resolución de la Corte de Apelaciones de Arica, que el 8 de marzo, a su vez, había rechazado una presentación de la Corporación Comunidad y Justicia que exigía permitir las ceremonias.
«Esa decisión de la Corte Suprema se trata de la libertad de culto, no de la libertad para ejercer cualquier actividad económica. No creo que con esto se abra una puerta para que grupos intermedios busquen el mismo camino para ampliar sus aforos mediante la vía judicial», advirtió el ministro de la Segpres, Juan José Ossa.
Para el diputado del PS Juan Luis Castro, «esto habla de los niveles de compromiso y apoyo mutuo entre la Iglesia Católica y el Gobierno, que se cuelga del fallo judicial para no sumar un nuevo problema. Ya se dio el caso de echar pie atrás y hacer una excepción al permitir ceremonias religiosas cuando se prohibió hacer reuniones y la Iglesia reclamó. Y después estuvo lo del seremi de Salud subrogante de Punta Arenas (Eduardo Castillo), que como diácono estaba presente cuando el obispo Bernardo Bastres llamó a incumplir la normativa sanitaria».
El parlamentario socialista añadió que «el Gobierno tiene una mala actitud en este tema, pues en el momento más duro de la pandemia podría haber reuniones en Semana Santa. Y la gente no tiene la culpa, pues si ve una chance, tal como con los permisos de vacaciones, la va a aprovechar. ¿Para qué entonces, hace poco, prolongamos el Estado de Catástrofe que limita, en pro de la sanidad, los derechos de desplazamiento y de reunión en pos de la sanidad de todo el país?».
Por su parte, el Arzobispado de Santiago emitió hoy un comunicado, que en su parte esencial señala que «ante las consultas recibidas sobre la resolución de la Tercera Sala de la Corte Suprema en torno a ceremonias religiosas en cuarentena, dicho dictamen está en acuerdo y aún no ha sido redactado. Por tanto, hasta que no se diga otra cosa, se mantiene la medida de la Fase 1- Cuarentena, que establece que los ritos se deben celebrar sin presencia de fieles».
«Como Iglesia comprendemos la urgencia de las medidas sanitarias impuestas e invitamos a todos los sacerdotes, fieles y personas de buena voluntad a cumplir las disposiciones, haciéndonos custodios activos del bien común y corresponsables en la erradicación de la pandemia… En relación específica a la Semana Santa, los invitamos a vivir con fe y celebrar con devoción estos días, usando los medios telemáticos».