La Piramide del Louvre es una impresionante construcción de vidrio y metal ubicada en la explanada del tradicional museo parisino, cuya inauguración del 29 de marzo de 1989 se produjo cuando aún no se apagaba el fuego de la polémica por su construcción en el corazón cultural de Francia.
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El monumento del arquitecto chino-americano Ieoh Ming Pei fue resistido al comienzo y con el tiempo se convirtió junto a la Venus de Milo y la Monalisa en una de las tres atracciones del gran palacio de las artes, que en 2018 registró un récord mundial de visitas: 10 millones de personas se tomaron una selfie junto a la pirámide.
La asunción de François Mitterrand en 1981 dio muchos giros al Museo y el arquitecto chinoestadounidense Ming Pei fue designado para retocar las instalaciones.
Sin embargo, el proyecto sufrió inicialmente el rechazo de la opinión pública e, incluso, el presidente fue acusado de creerse un faraón tras anunciar que la obra la haría -sin concurso previo- el autor de la refacción de la Galería de Arte de Washington. Pero el tiempo derribó los prejuicios.
Una réplica de la pirámide de Keops
La gran pirámide que sirve de entrada en el patio del Louvre iene las proporciones exactas de la pirámide de Keops. La elección de esa figura refiere no sólo a la importante colección de antigüedades egipcias del museo, sino también el Obelisco de la Plaza de la Concordia, en la prolongación del Jardín de las Tullerías.
En su base, la pirámide mide 35,42 metros de ancho por 21,34 de alto, mientras que 95 toneladas de acero y 105 toneladas de aluminio sostienen el conjunto.
Son dos mil piezas que la conforman y, desde el anuncio del proyecto, a la estructura diseñada por Pei se le acusó de deformar el conjunto arquitectónico del Museo del Louvre. Hoy, sin enbargo, nadie recuerda los cuestionamientos a una “joya” moderna que enorgullece más a los franceses.
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Lucy, la princesa guerrera
Lucy Lawless nació el 29 de marzo de 1968 en Nueva Zelanda y fue coronada Miss Nueva Zelanda en 1989. Luego realizó diversos trabajos en cine y en TV, debutando en 1990 en ‘Withing the Law’. En 1991 se marcha a Canadá para estudiar arte dramático y en 1992 vuelve a Nueva Zelanda para copresentar un programa de viajes. Su fama llega en 1995 cuando acepta interpretar a Xena en la serie ‘“Hércules” y posteriormente en “Xena, la princesa guerrera”. Durante su trayectoria, trabaja en numerosos filmes y, sobre todo, series de televisión de aventuras entre las que destacan “Tarzan”, “Galáctica, estrella de combate” y “Spartacus: sangre y arena”.
