Las cosas no se calman. La mañana de este miércoles 31 el ministro de Salud, Enrique París, se quejó por sendos artículos de The Washington Post y The New York Times, que cuestionaban el manejo de la pandemia en Chile. “Ambos, se ponen de acuerdo parece para transmitir esta noticia. Esta noticia no es verdad. Nosotros si no hubiésemos vacunado, qué nos habrían dicho”, fue su queja.
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De hecho, el Times tituló que “a pesar de la rápida campaña de vacunación contra la COVID-19 en Chile, los casos aumentan”. Mientras que el Post señaló que “el exitismo del gobierno chileno eclipsa una campaña de vacunación que pudo ser ejemplar”.
Pues bien. Esta tarde, la asociación de corresponsales en Chile emitió una declaración contestándole a Paris.
La declaración
“La columna de opinión de Yasna Mussa, en el Washington Post, y el reportaje del periódico The New York Times, de nuestra periodista asociada Pascale Bonnefoy, recogen una realidad que a diario observamos los corresponsales en Chile y que hemos tenido el deber de difundir hacia el extranjero”, parten diciendo en su declaración.
Luego añaden que “no informamos hacia el exterior para atacar a un gobierno, menos en momentos tan críticos, sino que recogemos datos e información de distintas fuentes para dar a conocer la situación en Chile, tal como nuestros colegas han hecho al dar cuenta de sistemas sanitarios colapsados como ha ocurrido en Europa, Estados Unidos y Brasil, por ejemplo”.
“La prensa extranjera solamente está reflejando una realidad que muchos han constatado con reporteo serio y responsable”, dicen, “por lo que lamentamos que las autoridades acusen a un medio de escribir falsedades simplemente porque no están de acuerdo con artículos publicados por corresponsales. Además, lo que se ha publicado esta semana por los diarios aludidos ha sido de distintas maneras escrito también por otros medios nacionales e internacionales”.
“Los corresponsales somos de la comunidad local y también queremos contribuir a superar este momento doloroso que ha afectado nuestras vidas y nos ha privado de tantos seres queridos, a los cuales ni siquiera alcanzamos a despedir”, insisten y adelantan que “ejercemos la libertad de expresión y de opinión con responsabilidad y profesionalismo”.