Mientras el mundo contiene la respiración ante el aumento de los casos de covid, en Crespo, una localidad de la provincia argentina de Entre Ríos, el fin de semana se efectuó una fiesta a la que asistieron 500 adultos mayores. De acuerdo a lo que publicó Infobae, el evento increíblemente autorizado por el Municipio de Crespo. La única que se quejó fue una enfermera, que lo escribió en su Facebook.
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La principal queja de la mujer es que en la fiesta no se respetó el distanciamiento social ni el uso de mascarillas. “Soy personal de salud y desde la fiesta solicitaron la ambulancia por una persona con dificultad respiratoria, y al llegar y encontrarme con esta multitud de personas, hacinadas bajo un techo sin ningún tipo de protección y/o cuidado…” escribió Lorena Ferrari.
“Sentí que se burlan de los que tuvimos que poner el cuerpo en el período más crítico”, continuó la enfermera, “donde vimos personas morir, ojos desencajados por un poquito de oxígeno, angustia por la incertidumbre de que no sabían qué pasaría con sus familiares. Yo digo no hay que tener miedo, pero sí cuidados, hay que tener empatía por el prójimo, nadie piensa en nadie, a nadie le importa nada, solo su propia satisfacción”.
Organizadores: todo bajo control
Según publica Infobae, desde la organización de la fiesta explicaron que “en la pista de baile estaba permitido estar sin barbijos, porque generan hipoxia”. Indicaron que la persona que debió recibir atención médica “no estaba descompensada sino acalorada porque por decisión personal no se quiso sacar el barbijo en la pista”.
Incluso, desde el Grupo Coreográfico Edelweiss, que fueron los que hicieron bailar a los concurrentes al ritmo de la música alemana, adujeron que “a las dos horas (el hombre) volvió y quiso estar con nosotros”.