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El terrible relato del presunto femicida de Valeria Ortiz: quedó en prisión preventiva

En la audiencia de formalización el fiscal Eduardo Fajardo leyó la declaración del hombre sobre las horas previas al hecho.

La tarde de este jueves 1 el Juzgado de Garantía de San Felipe decretó la prisión preventiva de la pareja de Valeria Ortiz (22), madre de dos niños. El hombre quedó formalizado por el femicidio de la joven, ocurrido la noche del lunes en el sector El Algarrobal.

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En la audiencia de formalización de esta tarde el fiscal Eduardo Fajardo leyó la declaración del hombre sobre las horas previas al hecho y las acciones que presuntamente efectuó una vez que la joven había fallecido en la casa donde ambos vivían.

Según describió Fajardo al tribunal, el hombre trabajaba como temporero en Rancagua y el lunes 29 en la tarde llegó sin avisar de vuelta a San Felipe. A las 19 horas fue a buscar a la mujer a su trabajo. Pero según su testimonio, al acercarse la vio tomada de la mano de otro hombre. Dijo que él siguió caminando hacia su casa sin que ella notara su presencia.

Al llegar a la casa le mandó un WhatsApp, preguntándole por los niños. Ella le respondió que estaban donde su hermana. Valeria llegó a las 20.30 horas con los niños. Al entrar, según la versión del detenido, se sorprendió porque supuestamente él estaba trabajando en Rancagua. Le dijo que se había venido antes porque se había terminado la temporada.

Conversaron sobre los niños. Luego le preguntó quién era la persona con quien estaba de la mano. Le dijo que era un carabinero de La Serena que estaba con días libres. Le preguntó qué hacía y hace cuánto estaba con él. No le respondió nada, dice el hombre.

La agresión

Según continúa el testimonio, ella le había dicho que se iba a quedar con los niños porque la relación estaba distante. Ahí él afirmó en su declaración ante la Brigada de Homicidios que se molestó. Cuando ella abrió la puerta de la casa, él la empujó y luego le do un golpe en la cabeza. Luego la arrastró y la dejó boca abajo entre dos sillones.

Increíblemente, según este relato, el hombre dijo que se fue a jugar con el teléfono con los hijos en el dormitorio. Volvió al rato para envolver la cabeza de la mujer en una bolsa de nylon roja, porque la sintió respirar. Limpió la sangra que había en el piso con clorogel.

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