Ashley Diamond, de 44 años, es una mujer transexual que permanece en la cárcel desde octubre de 2019. La mujer solicitó a un juez su traslado a un penal de mujeres, pues actualmente se encuentra recluida en un recinto penitenciario de hombres, en Georgia, Estados Unidos.
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Diamond denuncia que ha sido abusada en 16 ocasiones por reos y guardias. Además, ha sufrido malos tratos y un daño sicológico importante. También se le ha suspendido su tratamiento hormonal, que mantenía hace más de 16 años.
La activista transgénero entró a la cárcel en 2012 por un delito no violento, y pese a su condición trans, fue recluida en un penal para hombres. De ahí que decidió demandar al estado.
«Ser mujer en una prisión para hombres es una pesadilla», aseguró la mujer en un comunicado. «Me despojaron de mi identidad. Nunca me siento segura. Nunca. Experimento acoso sexual a diario, y el miedo a la agresión sexual es siempre un pensamiento inminente», agregó.
Primera demanda
Tras su primera demanda, en 2015, el Departamento Correccionales de Georgia decidió dejarla en libertad condicional, pero Diamond fue nuevamente encarcelada en 2019. En esa ocasión fue acusada de “violación de la libertad condicional técnica”.
Y las autoridades nuevamente la encerraron en una correccional para hombre, donde la mujer trans asegura que ha sido abusada sexualmente en 16 ocasiones, tres de las cuales ha sido cometidas por guardias de la cárcel.
Según datos del Centro Nacional para la Igualdad Transgénero, las personas transgénero tienen 10 veces más probabilidades de ser agredidas sexualmente por reos y cinco veces más probabilidades de ser agredidas sexualmente por guardias.