El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, explicó que pese a las críticas recibidas de parte del mundo político y la falta de confianza que mantiene el cuerpo uniformado que dirige con la ciudadanía, tras los últimos casos de violencia en procedimientos policiales que han derivado en acusaciones por violaciones contra los derechos humanos tras el estallido social, la institución policial no está «derrotada».
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«Podríamos estar con los brazos caídos porque ‘pucha’, nos han dado por todas partes», afirmó Yáñez en una extensa entrevista en La Segunda, donde dijo que su institución está una encrucijada entre el cumplir los procedimientos para mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos que estos últimos años se han manifestado tras el estallido social.
«Estamos al medio del sándwich, somos los que tenemos que dar la cara, estar al frente y asumir los costos. Si lo hace es un exceso; si no lo hace, es inhibición. Aprendimos tras el estallido, tenemos claro el bien jurídico que vamos a proteger, si es un monumento, una estructura versus las personas que están manifestándose, vamos a tomar una estrategia operativa distinta. El comportamiento social había evolucionado y el grupo que se reunía frente al monumento de Baquedano bajó a menos de mil», remarcó el general director.
Del mismo modo, asegura que pese a las últimas polémicas en que se ha visto involucrada la institución, la ciudadanía «todavía confía en nosotros. Una institución que está en crisis no detiene 660 mil personas en un año, 17,7 millones de procedimientos. Han sido tremendamente injustos en las críticas».
«Se instaló que Carabineros tiene que solucionar los problemas. Carabineros es una institución policial que actúa sobre los efectos y no sobre las causas de los problemas que se generan socialmente. No vamos a solucionar los problemas de las demandas sociales», enfatiza Yáñez, quien asegura que casos como el Pacogate, Huracán, Catrillanca y acusaciones de violaciones a los DD.HH., responden a situaciones puntuales de unos pocos funcionarios.
«Los carabineros que se metieron en el fraude, que dolió, eran de finanzas, no de calle; era el 0,01% de la dotación. No me eche la culpa a mí y al pelado que está en la esquina por los errores de estos gallos sinvergüenzas. Lo mismo con Huracán, esos eran poquitos y trastocaron todo, y ahí se rompió la confianza. ¡Pero el resto de los carabineros! 17 mil personas encontradas que estaban en presunta desgracia habla de una institución que está viva y activa», afirmó Yáñez, quien asegura que la institución seguirá en su misma línea de trabajo.
«No estamos derrotados; podríamos estar con los brazos caídos porque ‘pucha’, nos han dado por todas partes. No, seguimos trabajando. En la medida que la gente pierde el respeto por sus autoridades, le quita legitimidad a sus instituciones, se pierde todo. Si cuando la gente está en riesgo, ¿de quién se acuerda? De Dios y de los pacos», cerró.
