La policía de Estados Unidos enfrenta duros cuestionamientos por la falta de criterio en sus acciones y la brutalidad aplicada en sus procedimientos, tal como sucede en otros países. El caso de Karen Garner es uno más que se suma a una larga lista, encabezada por el asesinato de George Floyd, en 2020, y que desató un estallido social en varias ciudades de Estados Unidos.
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Los hechos ocurrieron el 26 de junio de 2020, pero hoy adquieren especial relevancia, pues la familia de Garner decidió tomar acciones judiciales contra la policía de Loveland, Colorado, por la violencia aplicada en su procedimiento contra la persona de tercera edad.
Garner fue acusada de robar productos por un monto de 13,88 dólares de un supermercado Walmart, o sea, menos de 10.000 pesos chilenos. En el video del mismo oficial se aprecia cómo la anciana es abordada por el oficial y violentamente tratada de esposar.
La mujer de 73 años sufre demencia y afasia sensorial, lo que según explican sus abogados, afecta su capacidad para comunicarse verbalmente con las personas y comprender lo que sucede en su entorno.
Pero lógicamente, el policía nunca se enteró de esta enfermedad, pues su actuar se limitó sólo a reducir como sea a la anciana e introducirla a la patrulla.
Consecuencias
Tras la acción policial, Garner terminó con un brazo fracturado, un hombro dislocado y un esguince en una muñeca.
Esto fue lo que motivó que se presentara una demanda federal contra el Departamento de Policía de Loveland, en Colorado, por la violencia aplicada en la detención y las heridas de consideración que sufrió la anciana.
El policía que actuó en este hecho se encuentra con permiso administrativo y el cuestionado Departamento emitió un comunicado en que aseguró que toma en serio las acusaciones “y comparte con la comunidad las preocupaciones sobre las imágenes de video que se hicieron públicas”.